Un año más, las fiestas de Sant Pere del Puerto de Alcúdia acogieron el emblemático concurso de castillos de arena que, después de casi cuarenta años de tradición, continúa siendo un día esperado por los más pequeños a lo largo de todo el año. Aunque este año la participación no fue tan masiva como otros veranos, ninguno de los presentes pudo negar que todos los participantes pasaron una divertida mañana.

Así, en torno a las diez de la mañana niños desde los tres hasta los doce años se fueron congregando al final de la playa del puerto, preparados para dar rienda suelta su imaginación a través de los elementos estrella del verano, la arena y el agua. Los concursantes se dividieron en cuatro categorías. La primera de ellas agrupaba a los más pequeños, niños de entre tres y cinco años que, acompañados de sus papás compitieron por el trofeo final. La segunda categoría hubiera agrupado a niños de seis y siete años, pero tuvo que declararse desierta. Las últimas dos categorías comprendían a los muchachos más mayores, de ocho a diez años y de diez a doce años.

De ese modo, la playa, poco a poco fue poblándose con los jóvenes arquitectos y sus familiares, que no dudaron en compartir la mañana de ilusión de los más pequeños, convirtiéndose en peones al servicio de los maestros de obra más inexpertos. Transcurridas dos horas, Domingo Bonnin, concejal de servicios generales y mantenimiento, junto a Catalina Moll, concejal de Comercio y fiestas, fueron visitando el trabajo de los distintos concursantes. Los miembros del Consistorio fueron testigos de las más variopintas creaciones, desde un castillo decorado con figuras de dinosaurios, inspirado en la recién estrenada película 'Jurassic World' o una ciudad amurallada.

A las doce del mediodía todos los concursantes presenciaron el veredicto del jurado y recibieron los diferentes obsequios que la corporación municipal había reservado para ellos. De esa manera, de acuerdo con el espíritu veraniego del concurso, todos los premios fueron juguetes para la playa y la piscina, con el objetivo de que los niños les saquen un gran partido a lo largo de los meses de calor que acaban de empezar.