Llucmajor vuelve a tener dirigentes de izquierdas en su Ayuntamiento. Una alianza inédita entre PSOE, Més y El PI ha desbancado al PP, formación que acumulaba 24 años en el poder, en solitario o junto a otros partidos de centroderecha. En la legislatura 2015-19, la vara cambiará de amo cada 16 meses. El primero en tomarla, ayer en una abarrotada sala de plenos, fue Jaume Tomàs, de Més.

Pese a la deficiente megafonía y a la saturación de gente, el orden del día se pudo desarrollar con normalidad. Los ediles de Més prometieron su cargo respetando el derecho a decidir del pueblo. Los del PP apoyaron la candidatura de Joan Jaume, mientras que el regidor de ASI, Guillem Roig, se defendió a sí mismo. Muy aplaudida fue la decisión de la regidora de Sí es pot! (marca blanca de Podemos), Beatriz Morales, de respaldar la investidura de Tomàs. Morales manifestó: "Hoy se abren puertas y ventanas para que entre aire fresco". En esta línea, consideró que se ha hecho una lectura valiente de los resultados electorales y que debe haber "alegría y transparencia". Por su parte, Roig reprochó que PSOE-Més-PI puedan gobernar "sólo para una minoría", afirmación recriminada por gran parte del público. Rechazó las "discriminaciones", agradeció los 850 votos que obtuvo y remarcó que "no habéis logrado que ASI desaparezca".

Joan Jaume también agradeció los "casi 4.000 votos" cosechados por el PP: "Somos la fuerza política más votada". "Aceptamos y respetamos esta combinación de ideas [en alusión al pacto] pero no la compartimos. Haremos oposición constructiva y responsable. Estaremos aquí más que nunca".

Los tres cabezas de lista de PSOE, Més y PI, tremendamente emocionados. El socialista Gori Estarellas (en el reparto de escudos faltó uno precisamente para él) abogó por "diálogo, compromiso, moderación y debate". "Hoy se cumple el sueño de comenzar a hacer un Llucmajor diferente", declaró. Rindió un sentido homenaje personal al exalcalde socialista Joan Monserrat, sentado en primera fila junto a otros exalcaldes, como Lluc Tomàs (PP), Gaspar Oliver (PP) y Miquel Clar (UCD).

El PI fue clave para la entente. "Hemos sabido interpretar el mensaje y el deseo de la ciudadanía", sostuvo Vives. "Comienza una nueva etapa, somos gente preparada, con muchas ganas, y contamos con los empleados públicos. El municipio ha de ganar en calidad de vida y convivencia", concluyó.

Jaume Tomàs Oliver, de Can Xerafí (nacido en 1964, gran aficionado al ciclismo y desde 2003 funcionario de Urbanismo en Manacor), flamante nuevo alcalde, 'brilló' con su traje blanco hueso. Prometió diálogo y transparencia. "No queremos marginar a nadie. La Casa de la Vila ha de ser la de todos. Todos somos Llucmajor", subrayó. Recordó la diversidad de núcleos que hay en el municipio y garantizó "responsabilidad, exigencia y trabajo". Rememoró a zapateros, jornaleros, albañiles y maestros perseguidos o asesinados: "Esto no tiene que volver a ocurrir nunca". En la plaza de Espanya, él, Estarellas y Vives fueron agasajados.