Virgilio Moreno (PSOE) se presentó "con nombre y apellidos, para que todo el mundo sepa quien soy y de donde vengo"; de esta manera empezó su discurso tras ser investido alcalde con el apoyo de su partido y de Més, Independents d'Inca y El PI.

Algo después de las once de la mañana dio comienzo el pleno constituyente del Consistorio de Inca. Antelm Ferretjans (Indi) y Antoni Peña (PSOE) fueron los integrantes de la mesa de edad como concejal más mayor y más joven respectivamente. Curiosamente ambos ediles son debutantes en el cargo.

En los juramentos se escucharon diferentes variantes de la fórmula tradicional y así algunos concejales del PSOE y de Indi obviaron la promesa de lealtad al Rey y otros como Alice Weber y Gabriel Frontera lo hicieron al "espíritu republicano" y, evidentemente, sin renunciar al derecho a la autodeterminación.

La sesión plenaria se desarrollo con relativa tranquilidad aunque tuvo que suspenderse unos minutos debido al desmayo de una persona del público por los efectos del calor. El alcalde detuvo el pleno y solicitó por megafonía si había algún médico en la sala, que inmediatamente se hizo cargo. No pasó de un pequeño susto.

Cabe destacar que la sala de plenos consistorial estaba repleta. Se había habilitado una pantalla en el pasillo exterior para que el público que no pudo acceder pudiera seguir el pleno en directo.

Antes de su discurso, Moreno ofreció la palabra al resto de portavoces. El único que la tomó fue el del PP, Rafel Torres, alcalde saliente. Éste felicitó al nuevo alcalde y anunció que el PP asumía su papel de oposición y que lo desempeñaría "con responsabilidad, seriedad y firmeza, pero en colaboración con todos los temas que sean positivos para la ciudad".

Moreno aseguró que era "un honor y una responsabilidad liderar un proyecto de los ciudadanos inquenses". Anunció que "el Ayuntamiento tendrá las puertas abiertas para escuchar a toda la ciudadanía desde el convencimiento que los 30.629 vecinos de Inca podemos progresar".

Afirmó no tener "una fórmula mágica" pero si que "sabiendo escuchar es posible sentar unas bases para remar todos juntos en un ambiente de entendimiento".

Manifestó que la vara que le acaban de entregar "no es para mandar sino para servir. El alcalde y los concejales están para servir, y tenéis permiso para tirarme de las orejas si me lo merezco".