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Calvià

El 'año cero' de Magaluf empieza como siempre

Las medidas 'antihooligans' entran en vigor de forma discreta a la espera de que empiecen las multas tras el periodo informativo

"Yo he visto lo de siempre", aseguraba ayer un representante empresarial que se mueve por Magaluf desde hace décadas. "Fue como el día anterior, un día cualquiera", decía el propietario de varios locales de Punta Ballena. "No estamos aquí para preocuparnos por beber en la calle. Ya me preocupo en mi país. Que me multen, que hagan lo que quieran. No me importa", declaraba a los medios una joven enfermera escocesa, con un punto anárquico.

Esta selección de frases de personas que se mueven, trabajan o disfrutan de unas vacaciones en la zona evidencia que el nuevo Magaluf al que aspiran las autoridades con la introducción de ordenanzas más restrictivas se parece mucho, por ahora, al antiguo, al de los grupos alcoholizados de juerga en la calle, semidesnudos y con vasos de plástico en las manos. Sólo unas pocas señales permitieron intuir que ayer fue el primer día del Año Cero de Punta Ballena, el de la prohibición de beber alcohol en la vía pública por la noche, el de las excursiones etílicas más reguladas y el de las multas por practicar el seminudismo y el balconing.

Una de esas señales de que en el municipio hay unas nuevas normas eran unos carteles informativos colocados en la entrada de los bares. Prohibido beber alcohol en la calle, con el símbolo restringido de una copa y de una botella. Beba con moderación, reza otro de los carteles, que forman parte de una campaña impulsada por las asociaciones Fetur y Acotur, además de por la Asociación de Discotecas y Salas de Fiesta de Balears.

Precisamente, el presidente de Acotur, Pepe Tirado, echó ayer en falta una campaña institucional a gran escala sobre las nuevas ordenanzas. "Es que, por no haber, no hay ni los trípticos informativos que el Ayuntamiento nos dijo que se iban a repartir entre los hoteles, en colaboración con los touroperadores", criticó. Lo que no faltó en la primera noche de aplicación de las normas fue una extraordinaria presencia de periodistas, y eso que es una zona acostumbrada al foco mediático verano tras verano.

Balance en Gran Bretaña

Los medios del principal mercado emisor de la zona, Gran Bretaña, ya han hecho un primer balance de la aplicación de las normativas. Y no es precisamente esperanzador. Tras esa primera noche, en la prensa británica han aparecido titulares del estilo 'La persecución contra la ebriedad entra en vigor, pero es inmediatamente ignorada por los disolutos veraneantes británicos' (Daily Mail).

A pie de calle, los dueños de locales de ocio asistían al despliegue mediático, que no es nuevo para ellos. Por la noche, Juan, que lleva 32 años en la zona, se lamentaba de que "pagan justos por pecadores", incidiendo en la idea de que siempre se les demoniza. Tras resaltar la gran oferta de diversión que ofrece Punta Ballena, argumentaba que no comparte en absoluto que no se pueda beber en la calle ni con vasos de plástico.

Otro empresario apuntaba la idea de que el verdadero desafío para la aplicación de las normas llegará cuando avance un poco más la temporada. "Ahora esto está más o menos tranquilo. ¿Pero cómo evitarán, cuando haya miles de personas en unos pocos cientos de metros, que la gente beba en la calle?", comentaba.

"Por la noche, los empresarios vivimos como en estado de guerra. Y, por la mañana, cuando estamos en nuestros despachos, decimos que nos dedicamos a contar las víctimas, los cadáveres, que son las denuncias que nos ponen", decía, por su parte, Alejandro Jara, que lleva varios locales de ocio en Punta Ballena.

Jara relativizó el impacto de las nuevas normativas y subrayó que, para el sector, lo verdaderamente preocupante son las inspecciones laborales y turísticas a locales, que se han multiplicado en los últimos días, y las consecuencias que ha tenido el obligar a apagar la música de las terrazas a las once de la noche, una hora antes de lo que era habitual.

Desde el ámbito político, el equipo de gobierno del PP en funciones, que abandonará esta semana el Consistorio, remarcó que ahora se abrirá un periodo de información sobre las ordenanzas, como se ha hecho antes en Palma, Badalona o Gijón. En una nota de prensa difundida ayer, el Ayuntamiento traslada a la nueva administración que saldrá del pleno de investidura del próximo sábado la responsabilidad sobre cómo proceder a partir de la semana que viene para hacer cumplir estas directrices. Será el nuevo equipo de gobierno dirigido por el socialista Alfonso Rodríguez Badal el encargado de decidir cuándo se empieza a sancionar.

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