El ayuntamiento de Sóller ha rechazado el proyecto de urbanización que Mathias Kühn ha presentado para la urbanización de Muleta II. El municipio sostiene que el proyecto "es incompleto", por lo que no le ha dado trámite administrativo a la espera de que solvente las deficiencias.

El concejal de Urbanismo, Gabriel Darder, explicó que Birdie Son Vida, empresa propietaria de los terrenos, vinculada al empresario Mathias Kühn, también ha instado al Ayuntamiento a que lleve a cabo una modificación puntual del Plan General para que recalifique los terrenos de Muleta II, para que de este modo vuelvan a ser urbanos. Kühn ha tramitado esta solicitud a partir del acuerdo transaccional al que llegó con el Govern ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) mediante el cual retiró la demanda que interpuso contra la comunidad después de que el Govern del pacto desclasificara la urbanización con una ley en 2008. El empresario alemán reclamaba una indemnización de cien millones de euros que el actual Govern se negó a pagar.

Tras el acuerdo suscrito en 2013 entre ambas partes, el TSJB emitió un auto en el que instaba al Ayuntamiento a recalificar los terrenos de acuerdo con la resolución judicial. A partir de esta resolución, el empresario inmobiliario ha presentado el plan parcial de la urbanización y ha instado al Ayuntamiento a que tramite la modificación puntual del Plan General. Pero el plan parcial no tiene en cuenta la conexión de los servicios de la urbanización con las redes municipales, "algo que sí debería contemplar porque obviamente el Ayuntamiento no lo hará", afirmó Gabriel Darder.

Sin servicios

Sóller ha encargado a diferentes empresas el coste que supondría la renovación de las infraestructuras de luz, agua potable, alcantarillado y teléfono de la urbanización. En algunos casos estos servicios son inexistentes y, por otro, están muy degradados por el paso de los años y el vandalismo.

Darder aseveró que Kühn debería asumir el coste de la instalación de los servicios de la urbanización, algo que no incluyó en el plan de urbanización que presentó. El edil reveló que "casi cada día" recibe llamadas de Künh "para saber cómo está el tema".

Tanto Darder como el alcalde Carlos Simarro afirmaron que el Ayuntamiento "actuará con toda cautela" en el caso de Muleta II y que su gobierno "no tiene ningún interés en reactivar el tema". El alcalde aseguró que "en todo caso, nosotros no nos arriesgaremos a que el Ayuntamiento tenga que pagar ninguna indemnización". Por ello, según aseguraron, el Consistorio dará cumplimiento al auto del TSJB, algo que supondrá la tramitación del plan parcial de Muleta II y la modificación de las normas urbanísticas para que recojan que esta zona sea urbana.

La urbanización de Muleta ocupa una superficie de 46.000 metros cuadrados en uno de los enclaves más privilegiados del Port de Sóller. Antes de su desclasificación en 2008, estos terrenos podían albergar la construcción de hasta 33 viviendas unifamiliares, a pesar de que este volumen de edificabilidad se revisó a la baja unos años antes. Kühn quiere que los terrenos vuelvan al estatus urbanístico que gozaban antes de la moratoria urbanística del año 2008.

Pero el Ayuntamiento no está de acuerdo con lo que le obliga el juez, ya que los técnicos han avalado en informes que Muleta II no dispone de los servicios básicos como electricidad, alumbrado, agua potable y recogida de aguas fecales y pluviales. El equipo de gobierno no prevé dar ningún paso antes de las elecciones.

El gobierno del PP asegura estar en contra del desarrollo de Muleta II, pero el equipo de gobierno teme que una desclasificación efectuada vía Plan General conllevaría el pago de indemnizaciones, por lo que "seguirá los pasos que marcó el juez".