Los organizadores de las celebérrimas rutas etílicas (pub crawling) de Calvià deberán contratar un guardia de seguridad para estas excursiones y no podrán animar a la clientela con juegos sexuales. Los aficionados a ejercitar excesos etílicos deberán adaptarse también: se sancionará como falta grave practicar el balconing.

Éstas son sólo algunas de las novedades que contienen los borradores de las ordenanzas municipales que este tarde les presentó el alcalde Manu Onieva (PP) a los integrantes de la comisión de seguimiento de la temporada turística de Magaluf, formada por representantes políticos, hoteleros, comerciantes, taxistas y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

El planteamiento expuesto en la comisión de seguimiento pasa por modificar la ordenanza actual para que cada empresa sólo pueda organizar al día una de estas excursiones y en un horario limitado a la siguiente franja: entre las 20 horas y la medianoche.

Otra condición que se introduce es que los grupos organizados no pueden exceder de las 20 personas y tienen que estar guiados por un "agente responsable y un guardia de seguridad acreditado y autorizado", informó el Ayuntamiento. Estos "agentes" deberán acreditar conocimientos de primeros auxilios y asumir la responsabilidad sobre las personas en estado de embriaguez.