Calvià se prepara para un verano caliente desde el punto de vista de la seguridad ciudadana por la gran afluencia de turistas que se espera para estos meses y por la celebración del Mundial de fútbol, que requiere de la movilización policial en zonas turísticas como Magaluf sobre todo en los partidos que juega Inglaterra. Así lo ratificaron ayer el alcalde de Calvià, Manu Onieva (PP), y el jefe de la Policía Local, José Antonio Navarro.

Durante la presentación en la playa de Palmanova del dispositivo especial que pondrá en marcha la Policía para la época estival, Onieva vaticinó que la de 2014 será una "temporada complicada". "Se espera mucha gente", afirmó, antes de proseguir recordando que Calvià es un municipio con poco más de 50.000 habitantes que, durante esta época del año, se multiplican casi por cinco con la población flotante.

Profundizando en esta idea, Navarro subrayó que el verano pasado ya "fue difícil" en materia de seguridad, como lo demuestra, dijo, la estadística de intervenciones policiales y de llamadas recibidas. "Batimos récords", señaló el responsable policial. "Y este año no podemos bajar la guardia", agregó.

En declaraciones a los medios, Navarro recordó que, el año pasado, los agentes se incautaron de "más de 70.000 objetos" de vendedores ambulantes y detuvieron a 70 personas por actos delicitivos relacionados con la prostitución.

Controles de acceso

En referencia a este último punto, el jefe de la Policía explicó que actúan de manera preventiva intensificando los controles de acceso para evitar que lleguen las meretrices al municipio, especialmente a Magaluf (entorno de Punta Ballena) y Santa Ponça (calle Ramon de Montcada).

Sobre la prostitución se pronunció también el alcalde calvianer, que apuntó el trabajo de coordinación realizado en los últimos meses con Delegación de Gobierno en Balears y representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a fin de combatir este fenómeno.

Onieva se mostró también esperanzado por el hecho de que una reciente sentencia judicial puede marcar un punto de inflexión al decretar una orden de alejamiento para una prostituta que había sido arrestada en repetidas ocasiones en el municipio.