En Palma, a las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Mateo Isern (PP) no les gustan los torsos desnudos pululando sin control en verano por las calles de la ciudad. Nada que decir al respecto. Todo es cuestión de gustos. Las autoridades prefieren que los torsos estén a buen recaudo, con una camiseta decente, a salvo de cuestiones estéticas y, claro, higiénicas. Y así lo han dejado claro en su nueva y controvertida ordenanza cívica, que establece multas de entre 50 y 200 euros para aquellas personas que transiten "desprovistos de parte de ropa superior" por espacios públicos (valga como simple curiosidad que la norma no especifica nada sobre aquellos que circulen sin "ropa inferior").

?La restricción, eso sí, no se aplica en las playas, piscinas, paseos marítimos y calles aledañas, para alivio de los cuerpos sudorosos que necesitan expandirse. En fin, el caso es que, si esas autoridades palmesanas se hubiesen paseado ayer al mediodía por el paseo marítimo de Magaluf, les podría haber dado un soponcio. En la República de Punta Ballena, el ´casinudismo´ e, incluso, el nudismo son todo un arte que practican con esmero determinados turistas británicos animados por la mezcla de las altas temperaturas, el alcohol y la sensación de libertad que acompaña siempre a las repúblicas. Y, como muestra, está la fotografía adjunta, captada por vecinos de Magaluf hartos de que se produzcan este tipo de escenas a plena luz del día.

?En cualquier caso, parece ser que esos nudistas no se fueron de rositas, porque cuando se pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Local de Calvià se activó un importante dispositivo para actuar contra ellos, porque en este municipio el nudismo sólo se permite en puntos muy concretos del litoral, y no en una zona masificada como es la entrada a la plaza de Jacques Sasson (antiguo Atlantic). Episodios como éste quizá impulsen al alcalde de Calvià, Manu Onieva, a quien le une una buena relación política con Isern, a embarcarse en la redacción de una nueva ordenanza cívica. Aunque, visto lo visto con los dolores de cabeza que le ha dado la norma de ´tiqueteros´, quizá se lo piense y se lo deje para la próxima legislatura (si gana) o para aquel que le suceda en la alcaldía.