Dina y Daisy llegan tras tres días de travesía

Dina nació en 1975, Daisy dos años más tarde. Ambas han sido compañeras de viaje durante tres días, recorriendo Europa desde la ciudad francesa de Maubeuge (muy cerca de la frontera belga) hasta el este de Mallorca. Una travesía agotadora y estresante para las dos únicas elefantas que permanecerán de forma continua en la isla para poder ser contempladas. Por eso ayer no pudieron salir de sus jaulas: "Hasta mañana [por hoy] no es conveniente, es necesario que primero estén tranquilas y descansen bien", explica el subdirector de zoológico, Miquel Brunet.

A las 6,30 horas desembarcaban en el dique del oeste de Palma procedentes de Barcelona, última escala de su periplo. Y de ahí por carretera y dentro de un contenedor especial, hasta sa Coma (en el municipio de Sant Llorenç) donde las esperaban con los brazos abiertos.

Hacía un año y medio que la última pareja de elefantes murió y desde aquel día no había reemplazado la pérdida. "Era lo más lógico, ya que el elefante es una de los animales más emblemáticos y así completamos de nuevo nuestro conjunto de grandes mamíferos, junto al rinoceronte, el hipopótamo y la jirafa".

Son ejemplares asiáticos, es decir, más pequeños y de orejas no tan prominentes como las de sus hermanos africanos. Dina y Daisy serán las dos únicas de su especie que vivirán en cautividad en la isla, donde el zoo-safari de sa Coma hace años que es un referente. Han llegado solas, sin pareja masculina: "Se trata de un proyecto a largo plazo", apunta Brunet, "pero llegará un macho pronto, cuando modifiquemos las instalaciones".

La imágenes a las 8,45 horas, que fue cuando llegaron a su nueva residencia, eran espectaculares. Unas grúas elevaban los contenedores cerrados y los dejaban cerca de donde anoche descansaron. "Un elefante en cautividad puede vivir algo menos que una persona, pero fácilmente pueden llegar a los cincuenta o sesenta años".