Técnicos de Recursos Hídricos del Govern se trasladaron ayer hasta la desembocadura del torrente de Son Bauló, en la playa del mismo nombre (Can Picafort), para investigar los motivos que causaron la muerte a un grupo de peces en esta zona del litoral.

A la espera de conocer los resultados de los análisis, fuentes del ayuntamiento de Santa Margalida restaron ayer importancia al hallazgo de peces muertos al considerar que es un "fenómeno habitual". Las fuentes explicaron a este diario que el número de peces muertos no es demasiado abultado y añadieron que una posible causa sería la falta de oxígeno motivada por la acumulación de materia orgánica en el fondo del torrente. "Si fuese algún producto contaminante, la matanza hubiera sido mucho mayor", concluyeron las fuentes municipales.