"Tenía que costar 1.625.000 euros y finalmente serán 2.225.000, un 37,4% más de lo previsto". De esta manera el alcalde de Vilafranca, Monserrat Rosselló (PP), criticaba ayer, a preguntas de este diario, el nuevo "varapalo" que las arcas municipales se ven abocadas a sufrir. En el pleno del pasado martes, Rosselló comunicó que la empresa encargada de la construcción del Pavelló d´Esports des Molí Nou, Melchor Mascaró, reclama al Ayuntamiento 315.000 euros por intereses, concretamente "por el retraso del pago correspondiente al plurianual de la primera fase, años 2007, 2008, 2009 y 2010". Ante tan elevada demanda de dinero, y cuestionando otros aspectos de este controvertido proyecto, anunció que el Consistorio "está en contacto con un abogado y no se descarta llevar el asunto a la Fiscalía".

Ya en la pasada legislatura, Rosselló, entonces en la oposición, a raíz de las críticas que recibía el PP por el despilfarro del Palma Arena y otras iniciativas, contraatacó al pacto municipal, UM-Més Vilafranca, advirtiendo de que "el pabellón de es Molí Nou es el Palma Arena a escala local". En septiembre de 2009 se celebró un acto socialmente muy deseado desde muchos años atrás: la inauguración de la infraestructura.

Debido a esta importante solicitud de 315.000 euros que ahora formula Melchor Mascaró, el actual alcalde conservador expresa mayor descontento: "El coste final se ha disparado. Ya en esta legislatura [con gobierno de PP-Lliga] pagamos 600.000 euros por el plurianual del pabellón de los años 2011, 2012 y 2013, mediante el plan de ajuste de la Ley Montoro. Si en el anterior mandato, con UM y Més al frente del Ayuntamiento, no se pagó cuando tocaba y sí se podía, ¡vaya error!".

En esta línea, Rosselló reconoce que la empresa "puede tener por Ley derecho a pedir 315.000 euros por el retraso en el pago, pero ya digo que estamos en contacto con un abogado para aclarar todo este caso e intentar que las arcas municipales se vean lo menos mermadas posible".

En contraste, la actual líder de Més Vilafranca, Catalina Bover, negó que hubiera una mala gestión en este asunto y aseguró que la formación de izquierdas "está tranquila" ante el aviso del alcalde de que no descarta llevar el caso a la Fiscalía.

"El trabajo de Més Vilafranca se caracteriza por la coherencia y honestidad. En cambio la gestión del PP es negativa para los intereses generales de los vecinos y el municipio. Y rechazamos su permanente discurso del miedo y de crear malestar y tensión", manifestó Bover.