El nuevo reglamento del mercado de Binissalem entró en vigor el pasado 24 de octubre después de su aprobación plenaria con el objetivo de regular las actividades comerciales en el mercado semanal que se celebra los viernes en la localidad del Raiguer. La nueva ordenanza establece una serie de prohibiciones como la de fumar, que afecta a los vendedores de productos alimentarios con parada en el mercado semanal, o la que impide la entrada de perros u otros animales en el recinto comercial que tradicionalmente ocupa la plaza de la iglesia.

El reglamento fija sanciones que oscilan entre los 750 euros de las infracciones consideradas leves y los 3.000 euros de una infracción muy grave. Entre las faltas leves figuran la falta de licencia, el mal estado de las instalaciones de venta, la emisión de ruidos molestos, la desobediencia a la autoridad municipal o la falta de respeto al horario de montaje y desmontaje de las instalaciones, entre otras actuaciones. Por contra, se considerarán infracciones graves la modificación del mobiliario urbano o de las paradas de venta, la venta de productos en el exterior de los perímetros autorizados, la ocupación de un espacio diferente al autorizado por el Ayuntamiento o ensuciar la vía pública, entre otros factores.

Por su parte, la alteración del orden interno del mercado, el traspaso o concesión del puesto de venta sin autorización o la instalación de paradas sin licencia serán multadas como faltas graves.

Medidas de los puestos de venta

El reglamento que ya ha entrado en vigor establece también las medidas y la ubicación de las diferentes paradas de venta en el mercado, que deberán tener una amplitud máxima de dos metros y una longitud máxima de doce metros. Asimismo, la adjudicación de los puestos de venta tendrá una vigencia máxima de un año que deberá renovarse a partir del mes de noviembre de cada ejercicio.

Respecto a la adjudicación de los puestos de venta, el Ayuntamiento priorizará, en primer lugar, los productos autóctonos. En segundo lugar del listado de preferencias se sitúan los productos ecológicos elaborados con criterios de comercio justo, mientras que los vecinos y comercios de Binissalem ocupan la tercera plaza de prioridades.

El reglamento incluye algunos supuestos a partir de los cuales se podrán aprobar adjudicaciones extraordinarias. Si alguna persona demuestra una "situación de perentoria necesidad" será beneficiaria de una licencia provisional para vender en el mercado sin tener que abonar las tasas.