"Nos da miedo que este caso pueda convertirse en un ses Covetes a la artanenca". De esta manera, el regidor de Iniciativa Verds, Guillem Caldentey, en la oposición del ayuntamiento de Artà, y David Abril, coordinador de Iniciativa Verds y diputado de Més en el Parlament, expresaban ayer su temor por todo lo que sigue conllevando el polémico Camping San Pedro, muy cerca del núcleo de Colònia de Sant Pere. Caldentey y Abril reiteraron su denuncia de que se trata de una "pequeña urbanización aislada y encubierta, ilegal e ilegalizable". Además revelaron que la propiedad, UPA S.A., ha exigido esta legislatura a la conselleria de Turismo que dirige Carlos Delgado (PP), una indemnización de 3.391.694 euros. Una reclamación patrimonial por los presuntos "daños" sufridos.

Cabe recordar que a finales de los años 90 el camping promovió unos controvertidos bungalows, concretamente 88 prefabricados. El entonces regidor de Esquerra Unida, en la oposición del consistorio artanenc, Julen Adrian, denunció la obra puesto que en realidad se hacían edificaciones fijas en terreno rústico y preservado, sin licencia, cuando debían ser bungalows movibles y fácilmente desmontables. El Consell de Mallorca le dio la razón ya que inicialmente se puso a la titularidad una multa de más de 900.000 euros. Más tarde, curiosamente, esta sanción se rebajó a unos 700.000 y, finalmente, ´apenas´ 17.293. La institución insular ordenó y ratificó la demolición, que aún no se ha llevado a cabo. Y el camping ya lleva cerrado una década. Entre los vecinos hay opiniones de toda clase porque hay defensores de que se derriben las construcciones pero también hay quienes son partidarios del negocio turístico que tuvo su esplendor en los años 80 y, según residentes, contribuía también a restaurantes, bares y tiendas de la localidad costera.

En internet sigue abierto

Llama la atención que, a día de hoy, el camping se sigue ofertando en páginas de internet.

Caldentey y Abril subrayaron que no tienen "nada en contra de los campings ni las zonas de acampadas", si bien, en este caso de la Colònia, "los terrenos tienen la calificación de ANIM-A y el lugar se ha convertido en un nido de ratas". Lamentaron la "excesiva reducción de la sanción económica" y consideraron que las demoliciones "de estos chalés" acumulan años de retraso "y no queda otra que reparar aquí los perjuicios medioambientales, todo esto es una demostración de un auténtico disparate, incluso pueden verse los servicios de aguas y corriente habilitados, una flagrante agresión ambiental y paisajística".

Ayer por la mañana se pudo ver a una persona paseando dentro y a varios perros justo en la entrada cerrada con candado. Piscina, pistas de tenis y juegos infantiles, en el más absoluto abandono, triste ´postal´ en una zona privilegiada, cerca del Parc Natural de Llevant.

Caldentey y Abril también mostraron su temor por la Ley Delgado y la Ley Company, de cara a un posible beneficio para el promotor, y criticaron la "dejadez" del ayuntamiento de Artà. Por todo ello, Iniciativa Verds Mallorca se personará en la causa abierta.

Por su parte, UPA S.A. es contundente: "La actuación de la Conselleria nos ha generado un daño efectivo, de inversión de instalación de bungalows y cierre del establecimiento, individualizado ya que sólo ha afectado a nuestro camping, y evaluable económicamente: 3.391.694 euros". En su opinión, "por tres veces" la conselleria de Turismo dijo que los bungalows eran "autorizables o autorizados: en 1995, 1999 y 2004". La sentencia declaró que el problema del funcionamiento irregular del camping era que los nuevos bungalows no eran "fácilmente transportables".