La Fundació Deixalles y la delegación de Medio Ambiente del ayuntamiento de Manacor presentaron ayer los números del primer año de colaboración: desde que se instalaran los 14 contenedores para ropa usada a lo largo de la ciudad en marzo de 2012, la entidad ha logrado recopilar un total de 71.537 kilos de prendas de segunda mano.

De estas 71 toneladas y media 57, o sea más de un 81%, pudieron reaprovecharse para su reutilización y el resto se incineraron en Son Reus. Unas cifras superiores a la media del resto de ciudades españolas de las mismas características y en las que se utiliza este mismo sistema de contenedores.

La responsable de Fundació Deixalles a nivel insular, Xesca Martí, mostró su satisfacción por la experiencia piloto y detalló los distintos procesos que siguen las prendas una vez que son recogidas y seleccionadas: "Parte de ellas son reutilizadas para crear otras confecciones, otra parte va a las naves de Felanitx, Capdepera y la tienda de Manacor, otra importante va a parar a los comerciantes de mercados insulares" y por último las que aún son utilizables pero no tienen mucha calidad viajan a feriantes de la Península "donde existe un mercado específico".

El éxito cosechado en un año ha hecho que se hayan tenido que aumentar de 14 a 22 el número de receptáculos en Manacor. "Los vecinos han demostrado una gran respuesta a la demanda y apenas ha habido incidencias", añadió Martí. Estadísticamente los meses con más entrega de ropa han sido mayo, con más de 8.000 kilos y octubre y diciembre con más de 6.600. "Gracias a esta acción hay personas que reciben apoyo, formación y atención psicosocial para ayudarles a integrarse dentro del mundo laboral", contextualizó Cati Munar, responsable en la zona de Llevant, antes de anunciar el desfile de moda rediseñada a partir de ropa de segunda mano, organizado por la fundación y que tendrá lugar dentro de la VII Diada pel Medi Ambient de Manacor, el viernes 7 de junio.

Reciclaje de muebles

El responsable local de Medio Ambiente, Bernat Amer, también abrió la puerta a un futuro convenio para tratar los muebles viejos y darles un nuevo uso a través de contratos de trabajo para personas desfavorecidas.