Antes de que ayer por la mañana el alcalde de Artà, Jaume Alzamora y el portavoz de Convergència, Tolo Gili, llegaran a un acuerdo para pedirle formalmente al PSOE que entre en el equipo de gobierno a cambio de uno o dos años del alcaldía, sobre la mesa de Alzamora había una fecha tope: el próximo 28 de mayo, día del pleno ordinario. Era el plazo dado por Gili para que Alzamora se comprometiera a buscar alguna clase de alternativa política para desencallar la minoría municipal que dura ya tres meses y medio, desde fuera destituido Guillem Caldentey (I-Verds).