Miquel Àngel es el autor de un libro que la semana pasada fue el segundo en número de ventas en Balears entre los libros en lengua catalana de no ficción. Se trata de Les cuineres de Binissalem, un recetario que además es un costumari de experiencias de las mujeres de Binissalem en su cocina.
El autor de la recopilación de anécdotas y recetas de cocina es un binissalemer de adopción. Nació en Palma y su esposa es de Girona, pero lleva once años residiendo en Binissalem. Dice orgulloso que sus hijos "ja fan la è".
„¿Cómo nace Les cuineres de Binissalem?
„Nace de sentir la necesidad de tener documentado y preservado el pasado.
„¿Por qué?
„Por una anécdota funesta. Me di cuenta de que fallecía la gente mayor del pueblo y al preguntar por algo de ellos, sus hijos lo ignoraban. Una experiencia impagable se había extinguido. Quise evitar que las particularidades de las cocineras de mi pueblo se fueran con ellas a la tumba.
„¿Cuál ha sido el método de trabajo?
„Comencé por entrevistarme con las madones de más edad del pueblo. Empecé por una encuesta para saber qué cocinaban de forma tradicional y no las sacaba del pancuit y el pa amb oli.
„¿Y entonces?
„Sencillamente, no me lo creí. Empecé a investigar y a proponerles cocinar; a que me hicieran algo. De esta forma he conseguido de ellas recetas nuevas con aires payeses o caseros y otras con una antigüedad de más de 150 años.
„¿Qué ha sido lo más difícil?
„Adaptar las peculiares medidas caseras de las señoras al sistema métrico decimal (risas). No, en serio, aproveché las conversaciones con las cocineras para ir comparando y adaptando sus medidas. Hay que tener en cuenta que muchas de ellas te hablan de un polsí, una miqueta, una pessigada una estoneta de foc, la farina que es begui. Son medidas a las que cada señora le tiene tomado el ojo, pero muy difíciles de transmitir, y menos por escrito.
„¿Qué pretende con este libro?
„Es un homenaje a la mujer de Binissalem como economizadora y sostenedora de la familia.
„¿Cómo es la mujer binissalemera?
„Tiene obsesión por aprovecharlo todo. Todo es bueno y todo se aprovecha. Dentro de la cocina económica mallorquina, la mujer de Binissalem ha desarrollado una cocina muy particular. Es sorprendente que muchas de ellas conservan el ritual de cocinar de hace más de 100 años y si les preguntas la razón te contestan: "Mi madre lo hacía así".
„¿Contiene muchas curiosidades su libro?
„Pues sí. Recuerdo una en especial que indica cómo eliminar el olor de ajo de las manos. Las madones dicen que nunca has de restregarlas porque fijas el olor, que lo mejor es dejar correr el agua y esta elimina los restos de ajo sin untárselos.
„¿Cuántas cocineras han dado su testimonio
„Más de veinte. Muchas han querido ser anónimas. Han sido dos años de confesiones. Me siento orgulloso de ser su altavoz. He aprendido mucho de su callada abnegación con decepciones como, por ejemplo, que el marido o los hijos al sentarse en la mesa digan que no les apetece lo que se les ha servido después de haber estado toda la mañana cocinando. He aprendido a no hacer eso nunca más.
