Búger aprobó en un pleno extraordinario, el pasado martes, una subida de tasas locales que en algunos casos superan el quinientos por cien. El alcalde, Bartomeu Alemany, explicó a la corporación que se trata de tasas muy antiguas y que "llevaban años sin ser actualizadas".

Algunos de los tributos que se incrementan de forma notable son la conexión a la red de alcantarillado (de 15 a 90 euros), el alquiler de nichos municipales (de 22 a 120 euros anuales), la licencia de apertura de un negocio (de 18 a 450 más dos euros por metros cuadrado), la transmisión de sepulturas (100 euros si no son parientes de primer grado) y los certificados urbanísticos (de 30 a 60 euros).

La oposición criticó la subida y votó en contra. Pere Perelló (PSM) indicó que "en época de crisis es necesario poner imaginación y no aumentar la presión sobre los contribuyentes". Pere Torrens (Independientes) indicó que "desde que PP y CxI han asumido el gobierno municipal no han dejado de subir impuestos. En tiempos de bonanza puede ser aceptable, pero no cuando todo el pueblo lo está pasando mal". Rafel Capó (PSOE) aseguró que "es indignante; la gente no puede pagar. Se está estrangulando al contribuyente".

El alcalde explicó que "es cierto que se ha subido pero no es menos cierto que eran tasas que llevaban años sin tocarse; como la de licencia de actividades que estaba al precio de 1981". Alemany dijo que "el alquiler de nichos es para familias que no tienen tumba y en muchos casos nos encontramos que pasados 5 años hemos de asumir nosotros la exhumación".