El ayuntamiento de Santa Margalida estudiará una ubicación adecuada para exhibir las obras de arte que el ex presidente de Endesa, Feliciano Fuster, fallecido en Palma el pasado 4 de marzo a los 87 años de edad, donó al municipio en su testamento, aunque el alcalde Miquel Cifre (PSOE) admite que, actualmente, no hay espacio suficiente en las dependencias municipales para mostrar al público toda la colección heredada. El ingeniero industrial, natural de Santa Margalida, dejó escrito que donaba a su municipio natal el sesenta por ciento de su colección artística, dispersa en seis propiedades diferentes que también dejó en herencia a entidades y ayuntamientos de la isla.

El testamento de Feliciano Fuster especificaba que las obras de arte donadas al municipio deben ser exhibidas en el propio Consistorio o bien en otras dependencias municipales como el centro de Cultura o la antigua Escuela Graduada, entre otras posibilidades. Sin embargo, el edil ´margalidà´ admite que, actualmente, el municipio no dispone de ningún espacio adecuado para colgar los cuadros y que no tiene recursos suficientes para "construir un museo" específico para la pinacoteca de Fuster. En ningún caso, el Ayuntamiento podrá hacer negocio con la venta de las pinturas.

Colección valiosa

La pinacoteca particular de Feliciano Fuster consta de 281 obras de arte repartidas entre las fincas de Sa Quarentena (Alcúdia), Cel Endins (El Toro), Tagamanent (Palma), Son Falcó (Galilea), Can Landa (Llucmaçanes, Maó) y Cala Llonga (Maó). Según la última voluntad del ingeniero, al municipio ´margalidà´ le corresponde el sesenta por ciento de las pinturas exhibidas en cada una de estas propiedades, aunque el testamento no especifica qué cuadros pasarán a ser propiedad municipal y qué otras pinturas deberán permanecer en las casas. La única pista que sobre el reparto de obras de arte ofrece el manuscrito que dejó Fuster como testamento se basa en criterios subjetivos como "la mayor o menor armonía" que un cuadro en concreto guarde con respecto a la vivienda en el que está situado.

Por ello, todo apunta a que el Ayuntamiento deberá negociar con los herederos de cada una de las propiedades donde se ubican los cuadros para establecer los criterios del reparto. Tampoco está claro si el sesenta por ciento se refiere a la cantidad de cuadros o bien al valor de mercado de las piezas artísticas.

En la colección figuran obras de artistas universales como Picasso, con dos litografías ubicadas en la finca de Son Falcó, o Miró, con una litografía en la casa de Sa Quarentena. También destacan piezas de pintores cotizados con gran relación con las islas como Coll Bardolet, Ricard Ankerman, Chico Prats, Josep Ventosa, John Ulbricht, Riera Ferrari o Juli Ramis, entre muchos otros artistas.

El alcalde de Santa Margalida, Miquel Cifre (PSOE), explica que se encargará una valoración del precio de los cuadros a una empresa especializada. El propio Ayuntamiento ya ha calculado el valor de las piezas ubicadas en una única finca, Sa Quarentena de Alcúdia, donada al Ayuntamiento de esta localidad. Según el peritaje municipal, las 55 obras de arte de esta ´possessió´ estarían valoradas en 20.440 euros. A su entender, el criterio que deberá prevalecer a la hora de definir el reparto de las obras es el económico, aunque admite la dificultad de negociar partiendo de condiciones subjetivas. "¿Quién decidirá si un cuadro en concreto guarda una relación especial con la casa donde está ubicado?", se pregunta Cifre.

Fuster también dejó en herencia a Santa Margalida el ochenta por ciento de su fondo bibliográfico, del cual el Ayuntamiento todavía no ha recibido el inventario.