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La rara influencia de los sentidos al conducir

El inspector jefe de la Policía Local de Manacor, Antoni Sureda, estudia los condicionantes a la hora de sentarse frente al volante

El sentido común siempre le ha caracterizado desde su llegada a la Policía Local, hace 27 años. Pero ayer, Antoni Sureda Vicens (Manacor, 1959), fue algo más allá y presentó, en un acto organizado por el nuevo colectivo Amics de ses Aules, un curioso estudio sobre los cinco sentidos aplicados a la conducción diaria de vehículos. Un análisis pormenorizado y que no escatima en datos y cifras curiosas. Mirar, sentir, tocar, olfatear o saborear también pueden ser aplicables al volante. A los ya consabidos peligros del alcohol o la falta de concentración provocada por las drogas, Sureda le añade toques específicos.

"Existen dos trastornos asociados a la conducción que van en aumento y que impiden el placer que debería suponer conducir un vehículo". Uno es la amaxofobia o el miedo a la hora de tomar los mandos de la máquina, y el otro es el temor a conducir solos. "Según Mapfre, el 33% de los conductores padecer amaxofobia, especialmente las chicas jóvenes donde el porcentaje sube hasta el 64%".

"La vista es, evidentemente, el más importante de los sentidos a la hora de conducir. Nos da el 90% de la información que necesitamos para hacerlo". Pero, ¿Qué pasa cuando hay una sobreinformación?. Estudios del Instituto Universitario de Seguridad Vial, ante seis señales dispuestas de forma consecutiva, el 76% de los conductores ve la primera, el 55% puede llegar a asimilar hasta la cuarta, pero solo el 5% asume la información de todas ellas. "Durante la noche el campo de visión puede reducirse hasta en un 70%. Los índices de gravedad de accidentes tras la caída del sol es un 30% mayor".

Si exceptuamos a las personas con acromatopsia (solo distinguen el blanco y el negro) y las que padecen daltonismo (dificultades entre el color verde y rojo), las tonalidades de los vehículos condicionan el estado de ánimo y la seguridad de los pilotos. Se sabe fehacientemente que los colores negro, marrón y verde están involucrados en el 87% de los siniestros. Los que menos, los coches plateados, rojos y amarillos. El año pasado los coches de color blanco fueron los más vendidos en España, seguidos de los de color plata. "Pese a ello, a nivel europeo el más vendido sigue siendo el negro, con un 25%, tras él el blanco con un 20%, el gris con un 18% y el color plata con el 15%. En cambio en Estados Unidos el blanco gana seguido del negro". El verde es el menos visible tanto en carretera como en vía urbana.

Por lo que respecta al oído, un dato curioso es el que relaciona música y accidentes: "Un estudio de la universidad alemana de Dortmund ha demostrado que la música techno hacer pisar mucho más el acelerador que la música clásica, si exceptuamos La cabalgata de la Valquirias de Wagner, una de las piezas más peligrosas a la hora de conducir".

Si atendemos al olfato, se sabe que las fragancias como la fresa, el pino o el melocotón disminuyen la agresividad del conductor y que el olor a canela, limón, menta o café sube la concentración. Entre las peligrosas por somníferas, la lavanda, camomila o jazmín. "Hay que tener mucho cuidado con los aromas que desprende la comida rápida o el pan, ya que despiertan el hambre y hacen que la conducción se vuelva más agresiva y rápida". Curiosamente, la usencia de olor se asocia a discusiones y una mayor irritabilidad.

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