Alternativa per Pollença exige al alcalde del municipio, Bartomeu Cifre (PP), que "se implique activamente" y "medie en el conflicto de la residencia Novaedat del Port de Pollença". Los trabajadores de la residencia se manifestaron el miércoles para exigir el pago de sus últimas nóminas, que aseguran que la empresa no abona "por el retraso de una subvención del Govern". El portavoz de la formación política, Pepe García, pide a Cifre que "solicite al Govern una solución que acabe con la situación de impago que están viviendo los empleados del centro".

García considera que "el equipo de gobierno municipal tiene el deber moral de buscar una solución, primero porque el centro está en Pollença, y segundo porque el Govern es del mismo color político que el consistorio". Alternativa añade que la responsabilidad municipal es múltiple, ya que "el Consistorio cedió el solar para que se construyera la residencia en 2006 y además Cifre tuvo un papel fundamental en su edificación".

En este sentido, el portavoz de Alternativa sostiene que "Tomeu Cifre dio el visto bueno al proyecto, que fue apadrinado por el mismo Jaume Matas, y en el que se prometió que estaría listo en 2007 y que el 40 por ciento de las plazas estarían reservadas para vecinos del municipio. No obstante, la realidad fue que el centro se inauguró en 2011, con la gestión de una empresa privada al frente, y con sólo 60 plazas concertadas con el Govern".