¿Quién fue el último condenado a muerte por judaísmo que ordenó la Inquisición de Mallorca?

Rafel Cortès, de Palma, en 1720. Pero escapó. Estuvo en el norte de África. Hizo negociaciones para regresar pero no volvió.

¿Destaca algún caso concreto de traición interna, tan típica en muchas historias?

En 1691, un hombre de apellido Cortès denunció precisamente a un grupo de medio centenar de personas que practicaban el judaísmo. La Inquisición ya estaba al corriente, pero no había ´alçat la llebre´. Este Cortès se había casado con una ´sollerica´ que era ´xueta´ sólo ´d´una cama´, y ´li feien el buit´. Este grupo de medio centenar de personas sospechó del chivatazo e intentó escapar en un barco inglés desde la bahía de Palma. Zarpó, navegó cierta distancia aunque por culpa del mal tiempo tuvo que volver atrás. Allí ya les esperaban y finalmente los mataron. Un final de lo más trágico.