El futuro de los amarres del club náutico estaba en juego, y se cumplieron los pronósticos. Asistencia de público masiva a la asamblea celebrada en la tarde de ayer y finalmente, tras momentos de tensión y largo proceso de votación y recuento, ganó el sí. Resultado final: 345 votos afirmativos, 156 negativos y 3 abstenciones.

Todo ello significa que se autoriza a la junta directiva del club náutico para negociar con Ports de les Illes Balears un cambio en la actual concesión administrativa. Miguel Modolell, presidente de la asociación Pronautic, que se alzó con la victoria, reconoció que el deseo es el de ampliar la concesión unos 30 años más, del 2018 al 2048, y que se mantenga el estatus de los cesionarios.

En contraste, Jaume Clar, de la Associació de Socis i Amics, partidaria de que el club pase a ser de alquiler tal como se acordó en una asamblea en 2008 y se rebajen cuotas, afirmó: "Nosotros movemos ilusión, la otra parte mueve duros. Esto solo era una batalla, no la guerra. Seguiremos luchando. Hemos impugnado la asamblea por cuestiones de forma y no aplicarse determinadas leyes. Estamos abiertos al diálogo para alcanzar acuerdos y un consenso antes de llevar el caso a los juzgados".

Carpa llena, abucheos y policías

Eran las 17,30 horas y el elevado número de coches estacionados dentro y fuera del club náutico de sa Ràpita ya hacía presagiar que la asamblea sería multitudinaria y movida. Y así fue. A las 18 horas la carpa ya registraba un lleno total. Se formaron colas y cuando el presidente, Miquel Suñer, inició la sesión hubo abucheos por no caber dentro del recinto, no ver las caras de la junta directiva y escuchar con dificultades las intervenciones. Incluso hubo quienes denunciaron a viva voz "tongo".

La decisión de la directiva de dirigirse a los presentes en castellano provocó también reproches.

En el turno de intervenciones del público tomó la palabra Jaume Clar. Su exposición mereció un aplauso que constataba una clara división de intereses, enfrentamiento entre dos grupos. El presidente de la otra asociación, Pronautic sa Rapita, optó por no manifestarse. Sobre las siete se inició la votación. La gente se agolpó en torno a la urna y se vivió cierto agobio. Acudieron a la zona agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. No fue hasta las 23 horas cuando se anunciaron los resultados de la esperada votación.