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Mariano Xavier Mas Capó

"Aunque tengas animales raros, la gente siempre quiere ver jirafas y elefantes"

Amante de los animales y jefe de Natura Parc. A sus 24 años, asume el control del negocio familiar cuando su padre, el director del parque, no está. El trabajo nunca se aleja de ellos, ya que viven junto a esta pequeña reserva natural

Vestido con un polo, bermudas y zapatos de montaña. Llega a la entrevista sonriente, sin perder la jovialidad. Mariano Xavier Mas Capó (Pòrtol, Marratxí, 22 de diciembre de 1986) asume una gran responsabilidad pese a su juventud. Entre otras cosas, es técnico superior en empresas agropecuarias. Se ha formado expresamente para tomar las riendas de Natura Parc, estudiando y trabajando en zoológicos de Cantabria, Benidorm, Holanda o Inglaterra. Ahora es el número dos del negocio de su padre. Y nunca se desliga del trabajo: la casa de la familia está junto al parque.

­—¿Alguna vez le han despertado los loros gritando?

—El ruido de los animales no me molesta. Me incordian más una moto o una ambulancia. La semana que viene tendré unos 1.500 patos delante de casa y no creo que me despierten.

—Tener animales exóticos al lado del jardín de casa es algo de lo que no puede presumir todo el mundo.

—Es un estilo de vida, no es un trabajo. Te levantas por la mañana y, aunque no quieras o te hayas ido de marcha y estés cansado, vas a ver y alimentar los animales. No puedo desconectar de ellos y tampoco quiero hacerlo.

—¿Por qué decidió dedicar su vida a los animales?

—Por la familia. Me gustan los animales, pero me introduje en el mundillo porque la familia estaba rodeada de ellos. De pequeño quería ser veterinario. Ya había decidido que mi futuro estaba encaminado a los animales.

—¿En este negocio es necesario viajar por todo el mundo para buscar ejemplares exóticos?

—Si estás en un zoo y quieres tener una buena colección, sí. Y sobre todo para aprender, descubrir otros sistemas de trabajo o conocer nueva gente.

—Usted se ha formado en muchos lugares diferentes.

—Siempre que he podido he hecho prácticas fuera: en zoos de Santillana del Mar, de Benidorm y de Bélgica. Y también estuve en una empresa de Oxford dedicada al entrenamiento de animales para el rodaje de películas. Allí participé en la grabación de Furia de titanes y salí como extra. Descubrí que el entrenamiento era una de las actividades que más me gustaba, incluso más que la medicina animal.

—¿Entrenar animales para rodajes tiene mercado en la isla?

—Hace poco estuvimos grabando con cabras y moscas en Can Picafort para la serie Maddox.

—¿Se pueden domesticar las moscas?

—No, pero tuve que cazar unas 200. Las cabras sí se entrenan. Se quedaron sorprendidos de que hicieran todo lo que les mandaba.

—¿Cuántas horas necesitan para estar bien entrenadas?

—Todas las que uno quiera hacer. Por ejemplo, con las gallinas tardé dos días para prepararlas para un anuncio. Estaban muy tranquilas mientras la gente corría y actuaba a su alrededor. También hemos rodado con serpientes, perros o caballos.

—Teniendo un zoo en casa, ¿era necesario viajar tanto para formarse?

—Aprendes mucho en Natura Parc, pero fuera descubres la solución a otros problemas diferentes. La experiencia que ganas te la valoran. En esos zoos he hecho tanto las tareas que nadie quería hacer como el trabajo de cría o de creación de instalaciones.

—¿También diseña los elementos del parque?

—Todos los espacios de Natura Parc los pensé yo. Es un ejercicio de darle al coco y hacerlo bien, con elementos naturales y poco presupuesto. Es una lástima que en un zoo como el de Barcelona sea un arquitecto quien los diseñe, porque no sabe qué costumbres tienen los animales. Y además cuestan mucho dinero.

[Le llama un cliente para pedirle diferentes especies de animales]

—¿Suele recibir muchas llamadas como ésta?

—Puse en marcha una empresa de importación y exportación de animales. Intercambiamos con otros zoológicos. Actúo como intermediario entre criadores, coleccionistas y zoos.

—¿Natura Parc es el imperio mallorquín de la fauna?

—En Mallorca hemos sido pioneros en casi todo lo relacionado con animales: domésticos, abandonados, centro de recuperación y zoo. Y nos gusta el trabajo.

—¿Cuántos animales hay?

—No te lo sabría decir. Entre 300 y 400 especies. Por ejemplo, solo de patos tenemos más de 80. Y en total hay unos 7.000 u 8.000 ejemplares, pero son muy pocos. Cuando hay más son entre 12.000 y 20.000 entre el parque, la granja y el centro de recuperación.

—¿Y las conoce todas?

—Sí, sí. Alimentación, costumbres, nombre científico... Además me sé todas las variedades de gallinas, casi todas las de palomas y patos y las de muchos otros animales.

—¿Cuánta gente se dedica a cuidar y vigilar toda esta fauna?

—Trabajan 53 personas entre el parque y la fundación.

—¿Cuál es el animal más raro que tienen?

—El takín. Es una vaca del Himalaya. Está en peligro de extinción y tenemos la única pareja de España que se ha reproducido. A mí me gusta, porque es un ejemplar raro, pero tiene la pega que no atrae turismo. La gente lo ve como un simple toro grande y feo.

—¿Entonces hay muchas especies que solo las valoran los expertos?

—Muchísimas. Antes intentábamos buscar especies de las más exóticas, pero hemos visto que la gente no cambia. Por más animales raros que tengas, quieren ver jirafas, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, leones y monos. Y, claro, un zoo se nutre de los visitantes.

—Entonces, ¿cuáles son las nuevas especies que quieren introducir?

—No es nada fácil incorporar una nueva especie a un zoo. Hace un mes trajimos armadillos. Ahora vamos a añadir jinetas, suricatas, mofetas y zorros orejudos. Más adelante vendrán tigres y leones.

—¿Nunca ha sentido miedo durante una jornada laboral?

—Cada día te juegas el tipo trabajando con animales salvajes o grandes. Si estás entrenando a un camello, te puede pegar una patada en la frente y dejarte tieso. Es un riesgo que no valoras.

—¿Y siente que ese trabajo está bien recompensado?

—Bueno... ¿Qué vale que una persona se levante a las tres de la mañana para que vaya a atrapar un mono que se ha escapado por el Paseo Marítimo? Es complicado de calcular porque es mucho trabajo, pero me gusta.

—¿Es rentable un zoológico?

—No. Quizás el zoo de Barcelona lo sea, pero no creo. No te haces rico con esto, aunque sacas lo justo para pagar los sueldos. Cada vez inviertes más en el parque y tienes que hacerlo de tu propio dinero. Nuestro objetivo es que el zoo sea autosuficiente y espero que en dos o tres años lo consigamos.

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