Pere Salas, profesor asociado de Historia en la UIB y profundo conocedor de Pollença, su municipio, ha presentado recientemente su ´Història de Pollença. Segle XX´ con el objetivo de sacar a la luz las "pequeñas historias anónimas" que han marcado la trayectoria contemporánea de la localidad.

–¿Cuál es, a su entender, el capítulo más importante de la historia de Pollença en el siglo XX?

–Me cuesta destacar un episodio sobre otro, pero existen algunos relevantes como la relación de Pollença con los artistas catalanes y argentinos que se establecen en el municipio. También es interesante el incipiente nacimiento de la industria turística en Pollença. En 1930, ya había un número relevante de hoteles, con un impacto económico muy importante para el municipio. El hotel Formentor era uno más entre otros. La transición política también tiene aspectos interesantes, como los buenos resultados del Partido Comunista en Pollença. ¿A qué es debido?, ¿qué personajes lo hicieron posible? Son preguntas que se plantean en el libro.

–¿Y la guerra civil? Pollença se mantuvo fiel a la República más tiempo que el resto de la isla.

–Sí, la resistencia duró dos días en el municipio. Se debió principalmente a la presencia de la base de hidroaviones, desde la que partieron aviones para bombardear bases nacionales. El capitán Fernardo Beneito y los carabineros se mantuvieron fieles a la República, y el municipio tenía una base de izquierdas importante. Posteriormente, el capitán Beneito llegó a bombardear Mallorca con la República y sobrevivió a la guerra.

–¿Quiénes son los personajes más relevantes de la historia contemporánea de Pollença?

–La centuria se inicia en Pollença con el dominio de personajes importantes como Miquel Costa i Llobera y Guillem Cifre de Colonya, personajes ideológicamente opuestos pero igual de trascendentes. Otros personajes relevantes son el historiador Mateu Rotger o el músico Miquel Capllonch, que posiblemente sea el autor de música clásica más importante de Mallorca.

–¿Es difícil que vuelvan a salir personalidades de tanto peso?

–Creo que, en Pollença, la cultura ha sido más de consumo interno en la segunda mitad del siglo. No hemos vuelto a tener personajes de la talla de los citados anteriormente, pero sí gente relevante a nivel interno que no han trascendido al exterior del municipio como Miquel Bota Totxo, cronista de Pollença, poeta y autor de obras de teatro.

–¿Pollença sigue siendo tierra de artistas?

–El arte sigue teniendo mucha presencia en forma de galerías. Por número de habitantes, el municipio sigue siendo el sitio donde más galerías están abiertas. Pollença es todavía pueblo de artistas, y a final de siglo ha aportado buenos profesionales de la pintura, con gran presencia en el exterior, como Joan March, Joan Bennàssar o Susi Gómez.

–El municipio tambiés es conocido por la conservación de costumbres muy singulares.

–Sí, pero en los años 50 y 60 las tradiciones estaban en peligro de desaparición. La modernización que experimenta la isla en ese periodo y la desaparición progresiva de la payesía influyeron para llegar a esa situación.

–Pero hoy las tradiciones parecen muy consolidadas.

–En los años 60 hubo una voluntad municipal para reinventar y salvar muchas tradiciones, con éxito. Esta reinvención culmina en la transición. Primero fue gracias al impulso municipal y después ya se celebraron por demanda popular. A finales de los 70, ya no hace falta dar tickets para incentivar la participación popular en la fiesta de los moros y cristianos. Hoy en día es al revés, deberían darse tickets para que la gente no vaya porque hay mucha masificación. Hoy los ´pollencins´ son celosos de sus tradiciones, pero no lo eran en los años 60.

–¿Qué metodología ha seguido para elaborar el libro?

–Una idea era elaborar una nueva historia local que sirva no tanto para estudiar a un pueblo concreto, sino para explicar cosas de forma más general mediante un estudio de caso. Otro objetivo es el de completar una historia total de la realidad social. No sólo interesa la historia política o la de personajes o acontecimientos, sino también la historia más anónima. Quiero que la gente de Pollença se vea reflejada en el libro, que es una historia local académica.

–¿Qué novedades presenta con respecto a otras publicaciones históricas anteriores?

–La idea es que ilustre un poco más sobre la historia local. Creo que es un libro que puede ser interesante también para alguien que no sea de Pollença. Este es uno de los objetivos, y también que la gente se lo lea de principio a fin, porque está concebido como una historia unitaria. Los historiadores suelen eludir el tiempo presente y sólo estudian los hechos ya acabados. Hay distancia temporal entre los hechos y lo que se escribe. Yo, en cambio, he intentado incluir el tiempo presente, colocando los acontecimientos actuales en la secuencia histórica.

–¿Cuál es la estructura del libr0?

–Se estructura en base a dos ritmos diferentes. Por una parte, uno de larga duración, con análisis estructurales de demografía y economía, y por la otra, apartados más cortos sobre los principales episodios políticos de la historia de España.

–¿Cómo recordará la historia los tiempos actuales?

–Principalmente por la crisis. El libro concluye en el siglo XX, cuando la crisis todavía no existe, pero se adentra un poco en este fenómeno. La economía es cíclica, igual que la sociedad. El siglo XX es el de los cambios por excelencia. La gente que lo ha vivido ha visto cambiar el mundo diversas ocasiones.