La última restauración de la Torre del Palau de Manacor, comandada por el arquitecto municipal Joan Pascual y la técnica de Patrimonio Magdalena Salas, ha pretendido ´rejuvenecer´ el vestigio para que se asemeje lo más posible a su imagen original, de principios del siglo XIV.

Para ello se han eliminado todos aquellos añadidos que han ido modificando su silueta. En la planta baja se ha colocado un suelo de losa de piedra mallorquina, se han recuperado los paramentos interiores y la bóveda de marés. Se ha completado el arco de entrada del portal sudoeste y se ha tapiado la noroeste, fruto de una intervención posterior. La escalera de caracol interior de madera se ha suplido por otra exterior con barandilla. En la segunda planta se recupera el forjado original con listones de abeto, lo mismo que en la cubierta.

Por lo que respecta a la imagen exterior, se han eliminado los anclajes de hormigón, la doble faja de hierro que comprimía la torre y las almenas superiores, añadidas en época moderna, dejando las cuatro de los extremos. Con un coste total de 336.000 euros.