Inca vivió ayer un día de gran fiesta, Santa Maria la Major, el pórtico del Dijous Bo. La ciudad amaneció con un sol espléndido pero con resaca pues aún resonaban los ecos de la revetla en muchas cabezas.

De todos los actos de la diada festiva de ayer es destacable el encuentro anual de gigantes. Congregó a 42 figuras de un total de 19 colles. Esta edición resultó muy emotiva por dedicarse a Antoni Maura Gual, una histórica integrante de la colla de geganters de Inca recientemente fallecida. Antes del baile de los gigantes se guardó un minuto de silencio. Su esposo y su hijo participaron del homenaje manejando y dirigiendo el baile de los gigantes zapateros de la ciudad.

A este acto asistió una multitud de vecinos que abarrotó primero la plaza de la Quartera, donde tuvo lugar la plantada, y posteriormente la plaza Mallorca, donde tuvo lugar el baile.

El correfoc de la víspera resultó todo un éxito. Era la primera vez que se organizaba este acto en la revetla de Santa Maria la Major pues habitualmente era protagonista del dimecres bo. Sólo fueron destacables unos pequeños incidentes entre miembros de Protección Civil e imprudentes espectadores que, sin la debida protección contra el fuego, se acercaban demasiado a los diablos.

La jornada de ayer tenía como protagonista a la oficiosa patrona de la ciudad. El oficio mayor fue celebrado por mosén Santiago Cortés, sacerdote natural de Inca, al que acompañaron seis presbíteros más. La iglesia estaba repleta de fieles. Cortés destacó en su homilía el papel de "madre de todos los inquenses" de Santa Maria la Major. Para la ocasión se había bajado la coronada imagen de lo alto del altar y se había colocado en un lateral, adornada con profusión de plantas y frutos otoñales como membrillos, granadas, limones, ramos de dátiles y mandarinas.

Los asistentes a la celebración religiosa prorrumpieron en aplausos cuando los cossiers de sa Revetla hicieron entrada y entregaron sus ofrendas a la virgen mientras danzaban. Cabe recordar que el día de Santa Maria la Major es el único en que bailan los cossiers en la ciudad.

Por la noche tuvo lugar el pregón del Dijous Bo a cargo de Antoni Cabrer, presidente del club Juventud Sallista de Fútbol. Posteriormente la coral l´Harpa d´Inca ofreció un concierto.