Si bien la mayor parte del trazado de este primer tramo del tranvía de la bahía de Palmatranscurre por vías y zonas pavimentadas urbanas y a nivel de calle, existen unos tramos en los que debido a las condiciones existentes se plantea un trazado elevado, por lo que se proyectan varias estructuras en viaducto: sobre la autopista del aeropuerto a la altura del Nou Llevant; un paso superior sobre el torrente Gros entre el Molinar y el Coll d’en Rabassa y dos viaductos más para en lazar Can Pastilla con el aeropuerto.
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En el caso del viaducto previsto para unir el Nou Llevant con el Molinar, la nueva estructura arrancará al final de la avenida de Mèxic y tendrá una longitud de más de 300 metros, pasando por encima primero del cauce del torrente de na Bàrbara, que en este tramo está completamente hormigonado, por una de las entradas existentes desde la vía de cintura y, mediante una estructura tipo pérgola, por los carriles de ambos sentidos de la autopista del aeropuerto.
Una vez superada la Ma-19, la plataforma tranviaria elevada, que da un giro de más de 90 grados alejándose lo más posible de las casas y acercándose al acceso de la vía de cintura, entronca con la rotonda situada al inicio de la calle Ciutat de la Plata, ya en el Molinar, que cruza por en medio para después situarse en el lado derecho de esta vía hasta la calle Llucmajor, en la que se situará la parada número 6.
En Ciutat de la Plata la plataforma tranviaria prevista mantiene los dos carriles de circulación actuales, al igual que la anchura de las aceras de cuatro metros, aunque se eliminan en todo su trazado las dos líneas de aparcamientos.
Si bien en el proyecto informativo presentado hace una década también inicialmente se proponía la construcción del viaducto para salvar tanto el cauce del torrente de na Bàrbara como la autopista del Aeropuerto, cuyo coste en aquel momento estaba valorado en 7 millones de euros, el Ayuntamiento había propuesto que en este punto el paso fuera a nivel con el fin de destinar los siete millones del coste de esta obra a la conversión del tramo de autopista situado entre el torrente de na Bàrbara y el palacio de congresos en Boulevar.
Otra de las cuestiones que deben resolverse es la relativa a la implantación del nudo de transportes que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma prevé en Son Bordoy, un urbanizable situado al otro lado de la autopista y que entronca con la rotonda de Ciutat de la Plata.