Los vecinos de la calle Teodor Llorente de Palma ya no aguantan más, están hartos de los bocinazos constantes y la contaminación acústica que la última reforma circulatoria ejecutada en la vía por Cort provoca durante todo el día.
La indignación por este problema es tan elevada que hasta los alumnos del vecino CEIP Sant Jaume han realizado un mural, colgado en la valla exterior del centro educativo, pidiendo a los chóferes de los buses de la EMT que dejen de utilizar el claxon a todas horas para reclamar a los conductores que se aparten del carril taxi-bus, que ocupa el centro de la vía, bloqueado constantemente en el semáforo al no advertir los automovilistas que los tres carriles de circulación de un único sentido no siguen el mismo orden que en la calle Caro.
Este es el principal motivo de la confusión de los conductores que circulan por la vía, la razón por la que los chóferes de la EMT y los taxis se ven obligados a utilizar el claxon con tanta frecuencia, causando una tortura diaria de bocinazos a los vecinos de la calle y a los estudiantes del CEIP Sant Jaume.
El la calle Caro el orden de los carriles es otro
En la calle Caro el carril taxi-bus ocupa el carril derecho de la calzada; el central es para automóviles, con preferencia para bicicletas y patinetes y con una limitación de velocidad de 30 kilómetros por horas, y el de la izquierda es para automóviles.
Sin embargo, tras cruzar Avenida Argentina, el carril bus-taxi pasa a ser el central; el de la derecha es para automóviles que quieran dirigirse a Passeig Mallorca, con limitación de velocidad a 40 kilómetros por hora, y el de la derecha pasa a ser el carril 30, con esa limitación de velocidad, preferencia para bicicletas y patinetes y para los coches que desean dirigirse al centro de la ciudad por Jaume III. Pero la mayoría de conductores no se da cuenta del cambio al pasar de Caro a Teodor Llorente o lo hacen demasiado tarde, cuando ya se encuentran en el semáforo.
