La elevada demanda de alquileres en Palma ha aumentado la desesperación de muchos inquilinos por conseguir un piso o una habitación a un precio asequible. Terreno abonado para estafadores que habitualmente se hacen pasar por propietarios de un piso que se alquila.
Contactan con una persona interesada en arrendar en portales inmobiliarios y foros en redes sociales, y la convencen de que les transfiera una suma en concepto de fianza o como reserva para visitar el piso. Previamente han seducido a su víctima con fotos del inmueble —que no les pertenece— y un alquiler por debajo del valor del mercado.
El contacto se hace solo por WhatsApp y a menudo los estafadores crean páginas web que simulan ser una inmobiliaria para vencer la desconfianza del inquilino. Le envían el enlace de la supuesta agencia, donde aparece un correo electrónico, una dirección física e información sobre la empresa. Es el caso de ‘Inmobiliaria Palma’, web en la que aparece una dirección en Ciutat y un CIF que no le corresponde. «Debido a la situación sanitaria actual, nuestra oficina permanecerá cerrada y nuestros agentes teletrabajan desde sus casas para ofrecer unas garantías de seguridad insuperables», pretextan en la falsa agencia para evitar un contacto directo.
Sin embargo, da una apariencia de autenticidad y, tal como ha comprobado este diario, los estafadores envían el enlace a posibles víctimas para convencerlas de que les transfieran una cantidad en torno a 300 euros a cambio de reservar un piso.
