El Bar España y el Flexas reúnen toda la fiesta de Sant Sebastià

Por segundo año consecutivo, Palma se quedó ayer sin Revetla de Sant Sebastià por la covid. La Policía Local se desplegó por el centro de la ciudad en un dispositivo especial de vigilancia para evitar aglomeraciones, pero lo cierto es que la noche, salvo algunos incidentes puntuales, transcurrió tranquila y sin contratiempos.

En el centro de Palma, que antes de la pandemia se llenaba a rebosar de ciudadanos que salían a torrar y a celebrar la fiesta patronal, apenas hubo movimiento. Solo en dos locales se festejó a lo grande: el Bar España —el antiguo Can Vinagre en la calle Oms—, y el clásico Flexas, en la esquina entre la calle de la Llotgeta y la del Pes del Formatge.

En la terraza del Bar España, donde tradicionalmente se celebra la fiesta con un chupinazo, se reunieron miembros de la Cofradia de Sant Sebastià, ataviados con sus característicos pañuelos verdes, para festejar la víspera. A media tarde, la Policía Local se personó en el lugar y advirtió a los presentes que no debían aglomerarse ni beber en la vía pública, pero no se llegó a despejar la zona. Igualmente, el dueño del negocio aseguró que cerraría el local a las nueve de la noche para evitar más incidentes.

En el Bar Flexas también se concentraron varias decenas de personas para celebrar Sant Sebastià, aunque más allá de estos dos locales, la noche palmesana tuvo un ambiente parecido al de un viernes por la noche, con la presencia del colectivo Orgull Llonguet y las cofradías festivas.

Por otro lado, la Catedral de Mallorca y la Obrería de Sant Sebastià recuperaron el toque de campanas a las 19:00 horas, cuando se pudo escuchar el repique en el centro de Ciutat. La Seu rescató esta tradición, que se remonta siglos atrás, para celebrar una Revetla de nuevo frustrada por la crisis del coronavirus.