La entidad Palma XXI ha manifestado su apoyo a las asociaciones vecinales y personas individuales que están reclamando al ayuntamiento de Palma una actuación eficaz que impida la continuidad de la situación que se da en la actualidad en zonas de la ciudad castigadas por la contaminación acústica como pueden ser sa Llonja y Santa Catalina. Si bien según esta entidad «los niveles insoportables se padecen en distintos barrios del centro histórico y del resto de la ciudad», son «especialmente alarmantes en sa Llonja y Santa Catalina».

Según esta entidad, «la defensa de una ciudad viva y activa ha de pasar, incuestionablemente, por la reivindicación del bienestar y el derecho al descanso de sus residentes». En este sentido, recuerdan la existencia de distintas sentencias del Tribunal Constitucional que confirman el efecto negativo que tienen el ruido sobre la salud de las personas.