Stop Desnonaments calificó de «día negro» la jornada de ayer en Son Gotleu después de que se ejecutaran dos desahucios. Uno de ellos fue el de una pareja mayor, que se enfrentaba al décimo intento de lanzamiento de su piso, sin alternativa habitacional.

A primera hora de la mañana, la Policía Nacional ya había cortado las calles Pic de Mulhacen y Pic de Auñamendi para ejecutar dos desahucios, informó Stop Desnonaments, que se movilizó para intentar pararlos. El ambiente en este punto de Son Gotleu fue de tensión mientras se esperaba el cumplimiento de las órdenes de lanzamiento.

Uno de los desahucios fue el de Mohamed y Fatima, «inquilinos, ya mayores y enfermos», que se enfrentaban al décimo intento de lanzamiento, el cuarto en este año, explicó Stop Desnonaments.

También fueron desahuciadas otras tres personas de otro piso, también en Son Gotleu.

Un tercer desahucio, previsto en Nou Llevant, quedó paralizado, indicó Joan Segura, portavoz de Stop Desnonaments. En este caso se trataba de una madre con tres niños y la abuela con discapacidad. «Nos alegramos por la familia que se ha salvado. Sin embargo, ha sido un día negro», manifestó esta entidad.

Los desahucios ejecutados por la mañana centraron parte de la asamblea general que Stop Desnonaments celebró por la tarde en el barrio de Son Gotleu, reunión habitual cada semana pero en la que se plantearon propuestas para exigir responsabilidades por estos últimos lanzamientos.