Solo uno de los cuatro desahucios programados para ayer en Palma fue paralizado en el último momento. Los otros tres, en otras tantas viviendas de un mismo edificio de la calle Sol, fueron ejecutados a la hora prevista y sin incidentes.

La jornada comenzó con el desahucio en esas viviendas en la calle Sol, 22, propiedad de una inmobiliaria. Se trataba de tres lanzamientos que afectaron a cuatro personas y que debían ejecutarse a las nueve y media de la mañana. Según Stop Desnonaments, la Policía Nacional ya había llegado antes de las ocho y cortó los accesos a esta calle, impidiendo el paso de los activistas y su derecho a manifestarse, tal como habían comunicado.

Pese a que las cuatro personas afectadas contaban con informes de vulnerabilidad emitidos por la Oficina Antidesahucios de Palma, las órdenes de lanzamiento se cumplieron bajo la vigilancia de los agentes de Policía.

Ante la imposibilidad de frenar estos tres desahucios, Stop Desnonaments y miembros de Arran y Joventuts Llibertàries se desplazaron a la calle Tomàs Rul·lan para impedir el desahucio de una familia, el cuarto desalojo programado en una misma jornada en la que, el día antes, se cancelaron otros dos.

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Inician los tres desahucios de la calle Sol sin incidentes B. Ramon

Suspendido en Son Gotleu

Miloud y Zhor, con tres niños pequeños (uno de ellos con una discapacidad del 76%) se queda de momento en su piso de Tomàs Rul·lan, en Son Gotleu, después de que ayer se suspendiera su desahucio. Un numeroso grupo de vecinos, además de los miembros de Stop Desnonaments, hizo guardia durante toda la mañana para impedir el lanzamiento, previsto a las 13.30 horas. La ausencia de policías indicaba que podría suspenderse el desahucio, posibilidad que se confirmó pocos minutos antes de las dos de la tarde, cuando Joan Segura, portavoz de Stop Desnonaments, comunicó la noticia y todos los presentes rompieron a aplaudir.

Miloud, el padre de la familia con orden de desahucio y pendiente de una operación aplazada por la pandemia, no pudo evitar llorar, al igual que otros de los allí concentrados.

Esta familia está en situación de vulnerabilidad y, sobre su caso, el Comité por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) del Alto Comisionado de las Naciones Unidas había solicitado la paralización del desahucio, recordó ayer Segura.

La comisión judicial acudió ayer a este lugar, pero se mantuvo a cierta distancia del portal. Poco después se comunicaba la suspensión del desahucio de la familia.

«Hasta ahora no había sido posible hablar directamente con la familia propietaria, lo hemos intentado un montón de veces, parece cierto que sí necesitan la vivienda. El problema es de la Administración y vamos a intentar comprometerla y, si no hay solución, es posible que esto siga con una nueva fecha de lanzamiento», explicó Segura.

«Hay que comprometer al Ayuntamiento y al Ibavi», prosiguió el portavoz de Stop Desnonaments, quien añadió que «esto se ha parado gracias a la movilización».

Esta familia de Son Gotleu ya vivió un anterior desahucio de otra vivienda y pasó por el centro de acogida, que tuvo que abandonar ante el riesgo de perder la renta social garantizada, explicó ayer Segura. Entraron en este piso aceptando un alquiler barato sin saber que quien se lo arrendaba no era el verdadero propietario, añadió el portavoz de Stop Desnonaments. Paralelamente, han sido dados de baja en la lista del Ibavi al no haber notificado oficialmente el cambio de domicilio.

Cort no tiene pisos y ofrece su centro de acogida

El Ayuntamiento de Palma ha ofrecido a la familia de Son Gotleu la posibilidad de ir al centro de acogida, opción que fue rechazada por los afectados, según explicó ayer Neus Truyol, teniente de alcalde de Modelo de Ciudad. la regidora lamentó que Cort no disponga de pisos vacíos para poder ofrecer una alternativa y señaló que necesitan más recursos para frenar los desahucios.