Si es usted un ciudadano o una ciudadana responsable, que aunque no lo parezca son muchos más que los destrozadores aficionados, quizás algún día haya intentado avisar a la administración sobre algún desperfecto o algún hecho incívico en el Parc de ses Estacions. No es tarea fácil porque según lo que sea tendrá que elegir, y cuesta acertar, entre varios departamentos de las administraciones competentes: Govern, Ajuntament de Palma y empresas públicas. Si el caso a denunciar fuera un delito gordo, gordo, entonces ya tendríamos que añadir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pero dejaremos a estas últimas y nos centraremos en desbrozar los intríngulis de las competencias cercanas.
Pongamos que ha aparecido una pintada vandálica en una de las casetas traslúcidas que hay por el parque y usted avisa para que sea limpiada. Bien. Sitúese dando la espalda al centro de la ciudad. Si la caseta está en el sector izquierdo, el responsable es SFM, empresa pública. Si la caseta pintarrajeada estuviera en el sector derecho del parque, entonces tiene que avisar al Consorcio de Transportes, administración participada por la Conselleria d'Habitatge i Transports. Pero si es en una caseta bastante grandecita ubicada delante de uno de los edificios ferroviarios, entonces tendrá que avisar a Cort porque su uso está cedido al ayuntamiento de Palma.
Si el desperfecto o la pintada es en un columpio, ahora mismo está claro: avise a Infraestructuras y lo arreglarán. Si es en un banco también. Pero si hay pintadas en las jardineras de hormigón de los parterres, entonces, pese a ser responsabilidad de Parques y Jardines dependiente de Infraestructuras, tendrá que esperar meses y meses porque el nuevo contrato con la empresa concesionaria de mantenimiento se tendría que haber firmado antes de Navidad y acabamos de empezar junio y ni firma ni nada. No obstante si la pintada es ofensiva y atenta contra la dignidad de algún colectivo, entonces la empresa municipal de limpieza envía a su brigada y la liquida. Lo sé porque lo solicité ante una pintada de odio a las madres que en horas fue eliminada.
La cosa se complica cuando llegamos al Pont des Tren y diseccionamos las responsabilidades: La superficie superior del puente depende de Emaya y la lateral que da a Jacint Verdaguer, también. La parte inferior y la fachada que da al interior del parque, depende de Infraestructuras que no piensa limpiar nada hasta que no firme el citado contrato de mantenimiento. Ah, falta un tercero en juego: la Dirección General de Transportes, que tiene su sede en el precioso edificio que se integra con el puente y que ahora está lleno de pintadas agresivas en todas sus fachadas. La citada administración parece que no se da por aludida y no asume su responsabilidad de mantenimiento.
El perímetro del parque, lleno de feos garabatos negros o de colores, tampoco se limpiará hasta que el maldito contrato con Infraestructuras se firme.
Este trabajo de investigación es fruto de muchas entrevistas en las que nuestra petición era que se actuara de inmediato y la contestación era "no es competencia mía" o "sí lo es pero hasta que se firme un contrato nada". Pero siempre hay una excepción loable que en este caso ha sido SFM, Serveis Ferroviaris de Mallorca. Ha limpiado sus edificios y sus casetas y se ha comprometido a disuadir a los incívicos borrando cada pintada nueva que aparezca. Es el camino y en su caso, es de agradecer.
Por último, no se moleste en avisar a nadie si un individuo vocifera castigos de sus dioses por un altavoz infernal y asusta a criaturas y mayores, eso pasa muy a menudo y debe ser que está amparado por la libre expresión, que no por mi libre audición.
De todo lo dicho les haría un cuadro sinóptico, pero no se me ocurre cómo integrarlo. Además, se habrán fijado en que no he citado a la policía municipal cuya labor de vigilancia, investigación y control sería necesaria no solo en este lugar, sino en toda la ciudad, pero como el tema da para mucho, merece un artículo aparte.
Suerte.
