Tiendas, bares y restaurantes del centro de Palma cerraron ayer por la mañana durante una hora en protesta por las peatonalizaciones que impulsa el Ayuntamiento de Palma. Según los convocantes de esta movilización, las patronales del pequeño comercio Afedeco y Pimeco, la convocatoria fue secundada por 1.200 establecimientos. Sus representantes acudieron al pleno de Cort, donde expusieron sus quejas, al igual que hicieron los placeros del mercado del Olivar, y al cabo de una hora regresaron a sus negocios.

A las once de la mañana, un numeroso grupo de comerciantes se había concentrado en la plaza del Mercat con carteles de 'Se Traspasa' para protestar por la peatonalización de la zona y el anunciado proyecto del eje cívico de Nuredduna, que también implicará la eliminación de plazas de aparcamiento.

La comitiva de comerciantes subió por Costa d'en Brossa, sumando apoyos en el recorrido hasta el Ayuntamiento, donde se celebraba el pleno municipal y donde intervinieron los presidentes de las dos patronales del pequeño comercio, Toni Fuster (Pimeco) y Antoni Gayà (Afedeco).

El cierre de ayer contó con el apoyo de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), CAEB, CAEB Restauració, Pimem, Pimem Restauració, la Asociación de Empresas de Distribución de Alimentación, Bebidas y Limpieza (Aded), y los comerciantes del Mercat del Olivar, Pere Garau y Llevant.

Las reivindicaciones

Durante la protesta en la plaza de Cort, los manifestantes entorpecieron la circulación de vehículos, cruzando continuamente por el paso de peatones al grito de "Volem Palma viva" y pidiendo la dimisión del gobierno municipal.

Carolina Domingo, vicepresidenta de Pimeco, reclamó al Ayuntamiento un plan de movilidad consensuado con comerciantes y vecinos. Añadió que los cambios en la plaza del Mercat y Unió habían supuesto hasta un 50% de pérdidas para algunas tiendas.

Sobre otras peatonalizaciones, Domingo reconoció que "han sido un éxito al cabo de los años", aunque matizó que "muchos comercios tradicionales pequeños no pudieron soportar la transición desde el corte de la calle hasta la peatonalización, porque no olvidemos que esta gente está vendiendo que es una peatonalización y es una calle cortada".

Fran Sobrino, vicepresidente de Afedeco, reclamó "un plan de dinamización y ordenamiento que haga que tenga éxito" la peatonalización.

Ante esta protesta, el regidor de Movilidad, Francesc Dalmau, contestó que las peatonalizaciones, como es el anunciado eje cívico de Nuredduna, están contempladas en un plan de 2014, cuando gobernaba el PP con mayoría absoluta en Palma. Dalmau también reiteró que el equipo de gobierno tiene la "mano tendida" a los comerciantes y que las "peatonalizaciones al final han gustado siempre a los vecinos y especialmente han supuesto una revitalización del tejido comercial".

Por su parte, el regidor de Promoción Económica, Rodrigo Romero, rechazó que la amenaza del pequeño comercio sean las peatonalizaciones, sino "la venta on line, las grandes superficies y las franquicias".

La portavoz del PP en Cort, Mercedes Celeste, alertó que el alcalde, José Hila, "está volviendo a cerrar Palma y convertirla en una ciudad vacía como lo estaba antes del año 2011" debido a sus políticas de movilidad "sin consensuar con los ciudadanos y los comerciantes".

La portavoz de Ciudadanos, Eva Pomar, también dijo que Cort "impone unas políticas de movilidad que dañan a los comerciantes y a los restauradores de la ciudad".