Festividad de Todos los Santos en Palma y el cementerio ya está lleno. Han madrugado los vivos para ver a sus muertos. Desde primeras horas, el cementerio de Palma se ha convertido en ciudad de ofrenda: flores, plantas ofrecidas con el recogimiento habitual y también entre chascarrillos, que la vida siempre quiere vida.

Otros hablan en silencio con los que ya no están. Isabel, al pie del Oratorio central se queja de no poder asistir a la primera misa de las tres que se oficiarán: "Me da igual que sea en chino". Es el segundo año que la comunidad católica china celebra el Oficio aquí. Estuvieron apoyados por el monaguillo Joan Miquel, nieto del sacristán mayor del cementerio, que a sus 70 años y 30 en el cargo, espera ser relevado por su nieto. "Pero solo será el de arriba el que me jubile". ha recordado que "el Obispado ha arreglado ya y va a volver a celebrarse misa en domingo en el camposanto". Desde la Empresa Funeraria, Jordi Vila, zanja el asunto: "Se ha creado una polémica donde no la hay".

Solo que hoy el protagonismo está en los muertos. La corporación municipal enfila el paseo oficial en un camposanto mejorado por las obras recientes: rampas, pérgolas, caminos. Suena el Adagio de Albinoni, que interpreta Miriam Feliz al cello, mientras se coloca la corona a los que no tienen sepultura.

Se va llenando el camposanto y abajo en el Muro de la Memoria, los familiares de los fusilados hablan de las elecciones, de sus muertos, de que se haga Memoria, justicia.

Al coincidir con el inicio de la campaña electoral, el Muro de la Memòria se llena de políticos, muchos de ellos sacudidos por recuerdos familiares de represión en la guerra civil como el socialista Pere Joan Pons. Aprovecha el tirón de que "el dictador ya no está en el valle de los caídos" para pedir a los electores que "el día 10 de noviembre se movilicen para que no gane el bando de los que no quieren que se haga memoria histórica".

En un sentido similar, Cosme Boned, que ha admitido que "falta financiación para llevar a cabo la ley de Memoria Histórica", aprobada en Balears la pasada legislatura.

Ha tomado la palabra Tonina Mercadal, secretaria de la Associació de Memòria Històrica de Mallorca en nombre de su presidenta Maria Antònia Oliver, que inicialmente indipuesta, sí ha podido acercarse al Muro que recuerda a las víctimas de la represión franquista.

"Hoy es un día especial para recordarles y para que su sacrificio sirva para algo. Ellos lucharon por un mundo mejor. Es un honor recuperar su memoria". "Aún hay mucha gente tirada en las cunetas", ha recordado y todos los presentes han aplaudido con energía. Tras los parlamentos de espontáneos, también del alcalde José Hila que ha incidido en que "este es un muro de dignidad y justicia" y ha reconocido que "queda mucho por hacer". "La izquierda que gobierna continuará la lucha", ha arengado. Hoy Tots los sants se han vuelto muy políticos.