La falta de sacerdotes ha dejado a un grupo de ciudadanos sin misa de los domingos en el cementerio de Palma, una celebración a la que acudían desde hace más de 20 años.

Para uno de los feligreses que asistía a esta misa dominical en la sala de responsos del cementerio de Son Valentí es "una vergüenza" que se haya suprimido. Según este ciudadano, a la misa acudía cerca de un centenar de personas que, explicó el afectado, se enteraron de la supresión acordada por el obispo, Sebastià Taltavull, y el vicario general, Antoni Vera, en el último oficio.

Esta semana, coincidiendo con la celebración de Tots Sants y el Día de Difuntos, el cementerio de Palma acogerá dos misas el viernes y otras dos, el sábado.

Sin sacerdotes suficientes

Fuentes del Obispado de Mallorca explicaron ayer que la misa se había suprimido hace ya meses debido a que el sacerdote encargado de estas celebraciones, Antoni Burguera, fue destinado a ayudar al nuevo prior de Lluc. "El problema es que no sobran los sacerdotes", añadieron las mismas fuentes sobre la decisión de anular las celebraciones dominicales en el cementerio de Palma.

Desde el Obispado se puntualizó que la anulación de esta misa coincide con el debate en el seno eclesiástico sobre la atención a los feligreses en los cementerios de Palma.

Las fuentes del Obispado aseguraron que los responsos en Son Valentí se siguen haciendo y recordaron ayer que los ciudadanos pueden asistir a misa en las diferentes parroquias de Palma.