La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) está mejorando el sabor con el fin de incentivar el consumo de agua del grifo con la puesta en funcionamiento de un sistema de "ultrafiltración" que permitirá utilizar el 95% del líquido procedente de las fuentes de la Vila, Mestre Pere y d'en Baster, en lugar del 55% actual.

El alcalde de Palma, José Hila, y el concejal de Medio Ambente y presidente de Emaya, Ramón Perpinyà, han explicado que, con la implantación de este sistema, cuyas obras ya están adjudicadas por un importe de 5,5 millones (IVA incluido), se pretende, además de incrementar el consumo de agua del grifo, la reducción de los botellines de plástico, mejorar la calidad del liquido y de su gusto debido a la menor cloración y mineralización, además de luchar contra el cambio climático posibilitando la reducción de envases.

En estos momentos el suministro del agua de las fuentes supone un 17,6% del total, ya que, con las instalaciones actuales, solo se puede utilizar el 55% del líquido de esta procedencia. Con la nueva planta de ultrafiltración, que se construirá en las instalaciones de Emaya de Son Tugores, junto a la planta potabilizadora y a uno de los dos depósitos reguladores, se podrán utilizar entre 10 y 12 hectómetros cúbicos al año de esta agua, lo que representa el 25% del volumen total necesario para el suministro a la ciudad.

Con las instalaciones actuales solo se permite el tratamiento de 500 litros por segundo de agua procedente de las fuentes, mientras que, cuando estén en funcionamiento los microfiltros, se podrá llegar a tratar el doble.

De esta forma, el agua que llegue a los grifos de las casas, que es una mezcla de la procedente de los embalses, los pozos, las fuente y la desaladora de Abaqua, que ahora tiene un grado de mineralización de 500 milígramos por litro, pasará a entre 350 y 400 milígramos por litro, parámetros similares los del agua embotellada.

La nueva planta se construirá en un edificio de dos pisos de 600 metros cuadrados y albergará la instalacón de 12 módulos de ultrafiltración que podrán tratar un caudal máximo de 1.000 litros por segundo.

El edificio ocupará el espacio de Son Tugores en el que actualmente se ubican los filtros de arena. Podrá tratar indistintamente agua procedente directamente de las fuentes, de la potabilizadora y del depósito en el que se deposita el líquido para disminuir su contenido en sólidos (Densadeg).

El proyecto fue adjudicado el pasado 13 de septiembre a la unión temporal de empresas integrada por Aquambiente y Suez Treatment Solutions. El plazo de ejecución de las obras es de 20 meses a partir de la adjudicación, por lo que se prevé que la nueva planta esté operativa en mayo de 2021.

Este sistema, además de mejorar el gusto del agua, posibilitará la reducción de 2.000 toneladas de plástico al año ya que actualmente se consumen anualmente 117 botellas de 1,5 litros por habitante. Asimismo, se aprovechará mejor un recurso renovable, puesto que permitirá disponer de tres hectómetros cúbicos anuales más de agua de las fuentes, cuyo volumen depende de la pluviometría.