Aunque no soy muy fan de ir a 'correfocs' (en realidad cualquier fiesta con petardos me repele) cada verano cae alguno. Lo que sí me entusiasma es la gente que por hacerse una foto es capaz de ponerse bajo una lluvia de fuego. Qué pena que esto no sea un vídeo, las dos siguientes fotos de la secuencia son bastante graciosas.