La remodelación de la calle general Ricardo Ortega, aprobada en la junta de gobierno celebrada este miércoles, supondrá la supresión de uno de los dos carriles de circulación actuales.

El concejal de Infraestructuras, Rodrigo Romero, explicó que, con esta eliminación, no se prevé que se generen importantes problemas de movilidad, puesto que, con la configuración actual con los estacionamientos de ambos lados de la calle en cordón, solo se puede utilizar en muchas ocasiones uno de los dos carriles debido al estacionamiento de furgonetas.

La remodelación, cuyas obras superarán el millón de euros procedentes de los fondos de capitalidad, también supondrá la eliminación de “entre 10 y 15 aparcamientos en superficie”, además de la sustitución del actual arbolado por otras especies aún a determinar, entre las que se baraja la siembra de almeces, ejemplares de Pyrus calleryana o peral de flor y sóforas japónicas.

En el tramo de la calle que se verá afectado por las obras, comprendido entre las Avenidas y su confluencia con Foners y Joan Alcover, la práctica totalidad del arbolado actual se ha suprimido en los últimos años por riesgo de caída ya que está sembrado a solo dos metros y medio de las fachadas y, con el tiempo, los troncos se han inclinado peligrosamente. Ahora los árboles se sembrarán a una distancia de 5,7 metros de los edificios lo que garantizará que su copa pueda desarrollarse sin obstáculos.

La remodelación incluye también la implantación de un carril para bicicletas que discurrirá en el lado de los números pares entre la acera, el arbolado y estacionamiento en cordón. En el lado de los números impares se mantiene el estacionamiento en batería.

Pavimento drenante

Una de las novedades que el concejal resaltó consiste en la implantación en esta calle del denominado “pavimento drenante” como prueba piloto que se pretende trasladar a las demás calles de similares características y que dispongan de 20 metros de anchura.

Este pavimento, que se instalara por primera vez en Palma, permitirá que las raíces de los árboles aprovechen el agua de lluvia y que no crezcan hacia la superficie, además de prevenir las avenidas de agua cuando se produzca una tormenta, puesto que absorbe parte del líquido.

Ahora el proyecto será expuesto al público antes de su licitación que, en cualquier caso, se producirá en el próximo mandato. Las obras tendrán una duración prevista de seis meses y, en principio, no afectarán a las de instalación del nuevo colector de aguas residuales.