Vicente Riera celebró recientemente 50 años del Forn de Sant Agustí. Él y su esposa, María Tous, ya están jubilados pero respiran tranquilos porque la tradición familiar está en buenas manos, las de sus dos hijas, Carmen y Paula. La primera sigue preparando las deliciosas ensaimadas que han dado fama al horno de este barrio costero de Palma mientras que la menor se dedica más al tema comercial de este dulce negocio.

Antes de que a pie de calle se abriera el horno, el edificio fue el hotel Bristol. En él Vicente se granjeó merecida fama de buen pastelero. Había aprendido en el Forn Fondo. "Mi padre empezó de cero", dice con orgullo Paula. Al convertirse el Bristol en apartamentos, surgió la posibilidad de convertir el local de abajo en horno. Así fue cómo se inició su historia, y abrió en el año de la revuelta del mayo del 68.

Las hijas aún no habían nacido. La mayor, Carmen, nacería el mismo año que el horno; su hermana Paula, tres años después. Criadas entre harinas, la menor primero voló "porque quería conocer mundo", pero acabaría acompañando a su hermana en el negocio familiar.

Del horno surgen las afamadas ensaimadas, sobre todo la de higos. La historia de la receta es sencilla. "En la finca de mi padre en Llucmajor hay muy buenos higos y los teníamos en el horno. Un día un cliente francés nos sugirió meterlos en la ensaimada. Nos pareció raro pero lo probamos. Hoy nos la piden y nos conocen por ella. Creo que fuimos los primeros en prepararlas", indica Paula.

Hoy es ya una estampa fotogénica ver a la madre pelando "con mucho arte" las manzanas que acabarán en los pasteles de hojaldre, otra especialidad de la casa. En plena zona turística, son habituales turistas que se detienen en el horno. A menudo hacen fotos de la madre pelando las manzanas. El clic del tipismo no para.

Sin embargo, entre la clientela de este horno abundan mallorquines y veraneantes de la península, "muchos catalanes que tienen casa en la zona y vienen en verano", indica Paula. Algunos habituales son populares como el ex jugador de baloncesto Romay, que entra cantando "tú eres mi vida", dedicada a Paula. "Es amigo de mi marido, pero siempre nos hace bromas", ríe la menor de las Riera Tous.

Hace un año ampliaron el negocio con la incorporación de una antigua zapatería. Ahora la terraza interior les da un aire de pequeño bistró. Ahora disfrutan de la calma del invierno. Carmen al horno, preparando pan de todo tipo y esas ensaimadas que vuelan por el mundo. Paula vela por no perder comba en tiempos de acelerados cambios.