Joan Forteza, presidente de la Federación de asociaciones de vecinos y de la del Coll d'en Rabassa, aseguró ayer que cerrar el aeropuerto de noche no es la solución para los afectados por su actividad, aunque es también una de sus peticiones. El verdadero problema, según manifestó, es la actividad diaria, por lo que reclamó que se redimensione y redistribuya el número de vuelos durante el día.

Forteza criticó que el Ayuntamiento no envíe a ningún responsable político a las reuniones anuales entre los vecinos del Coll, Can Pastilla y Sant Jordi con AENA, y que tampoco exija la convocatoria del comité de rutas aéreas. Este órgano, recordó el presidente de los vecinos, podría determinar rutas y horarios.