El centro municipal de protección animal ha sacrificado en lo que llevamos de año a seis perros que se encontraban en buen estado debido a la falta de espacio. Pese a lo anterior y a que desde hace una década el centro se ha puesto como objetivo conseguir el "sacrificio cero" el número de eutanasias (sacrificios de animales sanos) practicados en el centro ha ido disminuyendo de forma drástica desde el año 2011, cuando se sacrificaron 191 mascotas.

En 2012 esta cifra bajó a 126 en parte debido a que Son Reus a partir de este año dejó de recibir perros de otros municipios de Mallorca, para centrarse exclusivamente en Palma.

En 2013 las eutanasias alcanzaron la cifra de 132 para, en 2014, pasar a ser 72. Este número ha ido en progresivo descenso desde 2015 en parte debido a la labor realizada por la Asociación Peluditos de Son Reus, que ha incentivado las adopciones. De esta forma, en 2015 las eutanasias se redujeron a 52, se produjeron siete en 2016, nueve en 2017 y seis en lo que llevamos de año.

Según el director del centro, Pere Morell, se prevé que este año el número de sacrificios de animales sanos por falta de espacio no alcance la decena. Según Morell, pese a que estas mascotas se encuentran en perfectas condiciones físicas, se trata de animales que, por sus especiales circunstancias, ya sea por ser grandes, de razas peligrosas o inadaptados, no son adoptables. De hecho, en todos los casos han estado en el centro más de 150 días sin que hayan sido adoptados, cuando la legislación vigente estipula una estancia de 21 jornadas.