La primera campaña conjunta entre las áreas de Urbanismo y Policía Local ha arrojado un poco de luz sobre el número de locales de ocio con música que hay en Palma y qué tipo de infracciones se cometen. De hecho, cuando la Patrulla Verde inició las inspecciones se encontró con que 60 establecimientos de los 129 previstos ya no existían. De los 69 restantes, el Ayuntamiento ha abierto expediente sancionador a 50.

El regidor de Urbanismo, José Hila, y la de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, dieron a conocer ayer los resultados de esta campaña de inspección de locales tipo b (salas de fiesta, salas de baile, discotecas, café-conciertos y bares musicales) que han realizado de forma conjunta las dos áreas en es Jonquet, Son Armadans, El Terreno, Santa Catalina y Platja de Palma, los barrios considerados más problemáticos por la concentración de esta clase de establecimientos de ocio.

Cierre no comunicado

La inspección ha revelado que de esos 129 locales, 60 ya estaban cerrados, explicó Angélica Pastor. Sobre esta cuestión, José Hila añadió que los responsables de los establecimientos dan de baja su negocio en aquellas administraciones donde pagan impuestos pero en la mayoría de ocasiones no lo hacen en el Ayuntamiento donde, esté abierto o cerrado, el local debe seguir pagando el IBI.

La inspección, además de actualizar la base de datos del Ayuntamiento, tenía por objetivo comprobar si estos locales cumplían con su licencia de actividad y con las medidas de seguridad.

De los 69 que sí estaban abiertos, dos locales lo tenían todo correcto, otros cinco cerraron entre la primera y la segunda inspección, y de los 62 restantes, se ha abierto expediente sancionador a los 50 que no han corregido las deficiencias detectadas. Hila destacó que esta cifra constata que el Ayuntamiento inspecciona y sanciona y que "se quiere mejorar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de actividades y que haya un buen control".

La inspección se realizó en dos vueltas, la primera de ellas a principios de agosto y la segunda, un mes más tarde. En esa primera ronda, se detectó que dos locales tenían todo correcto y que 60 estaban cerrados.

A los 67 locales restantes, con algún incumplimiento, se les dio un tiempo para enmendar las deficiencias y al cabo de un mes se hizo la segunda inspección. El resultado fue que 11 negocios habían corregido las deficiencias y otros cinco cerraron. Otro local no correspondía al tipo de establecimiento que se estaba inspeccionando, según indicó ayer el Ayuntamiento.

Las infracciones

Todo este proceso ha acabado con 475 actas y 50 expedientes sancionadores abiertos.

Las infracciones más habituales con las que se han encontrado los agentes de la Patrulla Verde tienen que ver con el funcionamiento del aire acondicionado, con los sistemas de detección de incendios y humos, los certificados de instalaciones, los extintores y la correcta señalización dentro del local.

La cuantía de las sanciones puede oscilar desde los 300 y 1.000 euros para las infracciones más leves y de 1.001 a 10.000 euros para las más graves. José Hila comentó que ahora está abierto el plazo de alegación y una vez los establecimientos hayan presentado toda la documentación, se fijará la multa para cada uno de ellos.