Mercapalma ya dispone de su estudio sobre pérdidas y despilfarro de alimentos y la conclusión es que se tira a la basura un 0,28% de la cantidad de mercancía que entra en este polígono. Así, de las más de 238.000 toneladas de productos que se comercializaron el pasado año, algo más de 670 toneladas fueron género desperdiciado, de acuerdo con el inventario realizado.

En comparación con la media de empresas de logística y distribución, cuyos porcentajes de despilfarro alimentario se mueven entre el 3% y el 5% de la mercancía, el resultado de este estudio no se considera un dato del todo negativo, según destacan sobre este informe el gerente de Mercapalma, Jeroni Barbón, y Antònia Martín, regidora de Sanidad y Consumo.

Este estudio debe servir de referencia a partir de ahora, ya que hasta el momento se desconocía qué cantidad de fruta, verduras, carne y pescado que registraban los mayoristas de Mercapalma no se aprovechaba, el considerado PDA (pérdidas y desperdicios de alimentos).

Este estudio sobre el despilfarro se realizó según el Food Lost and Waste Standard, tomando como muestra el producto que entró en Mercapalma entre octubre de 2016 a septiembre de 2017, que fueron 260.070 toneladas. De ellas, el género que acabó en el parque verde ascendió a 1.166 toneladas, aunque no todo eran alimentos. De ese total, la mitad se incineró (envases, embalajes y recortes de pescado). Un 15% fueron restos de papel y cartón; otro 11% era materia orgánica vegetal, que se destinó a compost, y casi un 6%, plástico. Del total, "solo el 0,28% puede considerarse alimentos desperdiciados", destaca un extracto del informe.

Otro 16,5%, más de 184.000 kilos, de los productos que entraron en este polígono de distribución acabaron como donaciones al Banco de Alimentos, cuyo almacén está dentro de este área municipal. "Que esta organización esté dentro ayuda a la donación de alimentos", comenta Jeroni Barbón.

Además de esta colaboración, Mercapalma también colabora con la Fundació Barceló.