El alcalde de Palma, Antoni Noguera, respondió ayer por carta a las patronales del comercio que, por este mismo medio, exigieron la destitución del concejal de Juventud por haberse sentido atacados con sus declaraciones sobre la persecución de la venta ambulante. En su misiva, Noguera les recuerda las políticas que se han llevado a cabo en beneficio de este sector y defiende que Aligi Molina nunca ha tenido la voluntad de atacar o insultar a los comerciantes, aunque ni él ni el edil han ofrecido las disculpas que le exigía este sector.

La polémica surgió después de que Molina publicara en un tuit: "La campaña contra el top manta es simplemente una acción racista por construir un chivo expiatorio. En la época de Amazon y Ali Express y con cada vez más grandes almacenes, ¿realmente alguien cree que el objetivo ha de ser lucharle las migajas a quienes solo buscan sobrevivir?". Manifestación que Afedeco, Pimeco, CAEB y Pimem interpretaron como un ataque directo a ellos.

En su carta, Noguera sí lamenta "el malentendido" que han creado las palabras de Molina en redes sociales y pide a los empresarios que acepten una serie de "explicaciones". El alcalde recuerda que en esta legislatura "se han puesto en marcha políticas contundentes" relacionadas con "los retos del sector del comercio para afrontar una competencia feroz" y con el control del mercado ilegal. Noguera reafirma la "voluntad de diálogo y de trabajo conjunto".

La contestación de Molina

Aligi Molina también quiso zanjar ayer esta "polémica inesperada", en la que los partidos de la oposición en Cort, PP y Ciudadanos, además de El Pi, también han pedido su destitución. El concejal publicó en Facebook que él no defiende la venta ambulante ilegal y que, en cambio, sí "al pequeño y mediano comercio ante la llegada de nuevos grandes almacenes (los que quiere el PP) y las grandes multinacionales". Tras reafirmar sus convicciones, Molina lamentó que otros partidos "busquen rédito político en el ataque a las personas más vulnerables".