La parte antigua del cementerio de Palma, que data de 1821, tiene ahora unas 180 tumbas menos, porque han sido eliminadas o cambiadas de lugar para poder comenzar la remodelación de esta zona. Las obras se iniciarán en septiembre y consistirán en la apertura de tres calles peatonales para acceder a las sepulturas con mayor facilidad y sin pisar las que quedan, así como otras mejoras, según explicaron ayer la regidora de Sanidad y Consumo, Antònia Martín, y el gerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM), Jordi Vilà.

Actualmente, el proyecto está en fase de licitación hasta el 29 de junio y tiene un presupuesto de 443.503 euros, aunque la EFM cuenta con una partida de más de 530.000 euros procedentes de la Ley de Capitalidad para llevar a cabo esta reordenación, además de la instalación eléctrica y de agua, según afirmó Vilà.

Respecto a las tumbas que se deben retirar, detalló que hay 52 que han sido trasladadas a otro emplazamiento del camposanto o van a serlo en breve tras llegar a un acuerdo con los titulares. Otras 70 unidades de enterramiento se han resuelto este año mediante expedientes de caducidad, ya que estaban totalmente abandonadas o sus titulares llevaban años sin pagar las cuotas, y el resto se halla en tramitación.

Las intervenciones previstas en el Sector II del cementerio, el de Son Tril·lo, consisten en construir un vial interior, dos zonas verdes y otros dos paseos perimetrales, además de remodelar la zona del polvorín y la plaza Ramon Llull. El nuevo vial y los existentes serán repavimentados con un material sostenible, la tierra estabilizada, mientras que los paseos se harán con la técnica tradicional de los cantos rodados, que dan continuidad al aspecto monumental de las rampas de piedra.

En el espacio que recuerda la explosión de un polvorín cerca de la actual plaza Bisbe Berenguer de Palou (los Patines), se ejecutará un diseño sencillo "que permita una estancia silenciosa y adecuada para la reflexión". Respecto a la plaza Ramon Llull, pavimentarán de nuevo, reorganizarán ambas pendientes y adecuarán toda la zona para realizar actos públicos, según explicó en enero el arquitecto responsable del proyecto, Sebastiano Rossi.

Por último, habrá dos pequeños espacios verdes de descanso y reflexión junto a un "arbolado existente con características monumentales".