Los niños de es Molinar no quieren que los Reyes Magos lleguen a oscuras. Por ello han cogido papel de colorines, tijeras y cartón para hacer farolillos que iluminarán la Cabalgata del próximo día 5. Este año, la vereda marítima del barrio se llenará de luces de colores en forma de estrellas y corazones. Serán como pequeños vitrales de cartón y celofán.

La tradición de hacer farolillos al paso de Melchor, Gaspar y Baltasar está arraigada en Cataluña. Son muchos los niños que cantan "Amb la llum del fanalet jo aniré a esperar els tres reis, perquè em portin moltes coses, pau i joia a tots els nens". En Mallorca, el punto de luz llega este año al Molinar a iniciativa de la Amipa del CEIP de es Molinar. Madres como María Crespí y Rosa han sido claves en una iniciativa que les llegó con la invitación la asociación vecinal Vogar i Ciar para "conocernos y hacer red en el barrio; decidimos organizar este taller", cuenta María Crespí, trabajadora de Càritas.

Su hijo Leo Casanova, de 7 años, cuenta que "no he pedido nada a los Reyes; ¡bueno sí, paz en el mundo!". El orgullo de la madre se comparte con Eva Alonso, otra residente en esta zona de Palma. Su pequeña Emma de 2 años se pone los papeles de celofán como si fueran una máscara; su hermano Eric no pierde comba en el corta y pega.

Los Reyes Magos llegarán al Molinar en barco, de ahí se dirigirán a la iglesia parroquial donde los niños recibirán obsequios. "Este año creo que la cabalgata será más luminosa y mágica", piensa Rosa, impulsora de los farolillos. Sus dos hijas, Duna y Amina la miran con asombro cuando ven como de aquel boquete en el cartón sale una estrella.

Unos treinta niños prepararon la luz de los faroles. Si en Filipinas la tradición los amplía en tamaño, en el Molinar estarán casi a pie de calle. El más pequeño, Pau Zibechi, de 6 meses, sonríe desde el cochecito. Su hermana Chiara sonríe. Los Reyes están en camino