Han tenido que pasar cien años de la muerte de su autor, Eusebio Estada, para que el puente del Baluard de Santa Creu tenga una placa que lo presente a los cientos de viandantes que pasan del passeig Sagrera a Santa Catalina a través de esta obra de ingeniería que cumple 124 años. La iniciativa del Col·legi d'Enginyers de Camins, Canals i Ports de les Balears, representado ayer por su decano Juan Antonio Esteban, ha encontrado apoyo en el ayuntamiento de Antoni Noguera, también presente en el acto de colocación de la placa.

"Eusebio Estada fue el catalizador de las inquietudes de la ciudad. Él puso el objetivo en las inquietudes sociales de cambio. Fue un pionero. Llegó de Madrid a Palma y se encontró con una ciudad pelín atrasada que él contribuyó a avanzar", ponderó el decano Juan Antonio Esteban.

Entre los logros de este hombre de ciencia "con inquietudes sociales y humanísticas" destacan ser el impulsor del ferrocarril en Mallorca así como labores de esponjamiento e higienización en la ciudad. Nacido en Palma en 1843, orientó a Archiduque Luis Salvador en la elaboración de tratado Die Balearen, tuvo un importante papel junto a mossén Alcover. "Mi bisabuelo creía en los principios de la modernización de la ciudad, en la ciencia, en la educación. De la ciutat desvanecida de Verdaguer a la ciudad envejecida, ahora tenemos la posibilidad de tener la ciudad en el corazón gracias a él", expresó en una sentida alocución su biznieto Eusebio Riera Estada.

En el homenaje, también se recordó a Miquel Àngel Llauger, ingeniero, admirador y conocedor de Estada y, 'salvador' de un puente que estuvo a punto de ser demolido por el Plan de Ordenación de sa Feixina, redactado por Pere Nicolau, en 1989. En su representación, su viuda Antónima Roselló.

"Este acto tiene un significado especial para mí porque viví de primera mano cómo Miquel Àngel Llauger admiraba este puente, cuya historia conocía bien. Recuerdo el momento cuando el PAULO quiso derribarlo y él, a petición del Diario de Mallorca, escribió el artículo Adeu a un pont el 5 de noviembre de 1898. Fue como él escribió "una oración fúnebre" pero el gobierno municipal de Ramón Aguiló fue muy sensible y no lo derribó. Por eso él decía que "el puente era de Eusebio Estada, y un poco mío", contó su viuda.

"Herederos de Eusebio Estada"

El alcalde Antoni Noguera apreció cómo el ingeniero Eusebio Estada "se adelantó a su tiempo al conectar barrios, al apostar por el tren; al promover la higiene y al trabajar a favor de un nuevo modelo de ciudad". En ese sentido, infirió que "el 2018 es un punto de inflexión con la remodelación del Paseo Marítimo, convirtiendo la autopista en un eje cívico; por la lucha contra el cambio climático en el bosque de sa Riera, primero en el canódromo y después en el velódromo y es Tirador y sa Riera; y en diversificar la economía porque Palma no puede ser una máquina que expulse a jóvenes fuera".