La gota fría de cada septiembre está al caer y en los torrentes que cruzan el término municipal de Palma se pueden ver sillas, una mesita de noche, la parte trasera de una moto, un enorme termo, troncos, ramas, cañizo y mucha porquería, como latas, botellas de cristal, plásticos o ropa. Todo eso había ayer en los torrentes de sa Riera y na Bàrbara, por ejemplo, así como una frondosa vegetación en los márgenes de los cauces a su paso por la zona rural de Ciutat. Si se producen lluvias intensas y abundantes, como las que estos días visitan la península, el agua arrastrará los desperdicios hacia el mar, con todos los problemas de insalubridad e inundaciones que ello provoca.
Cada año, la limpieza, poda, desbroce y adecentamiento de los torrentes empieza en septiembre, aunque esta vez se retrasará y aún no hay una fecha de inicio, ya que la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear ha tenido que posponer la adjudicación de este servicio debido a que el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Llevant interpuso un recurso contra las bases del contrato porque no figuraban dichos profesionales en las titulaciones del personal que se puede contratar. Tras solventar la impugnación, ha surgido otro problema que sigue retrasando la limpieza, como explicaron desde la dirección general de Recursos Hídricos: "Este mes se han abierto las ofertas económicas y hay dos empresas que han presentado bajas temerarias -menos de la mitad del precio de licitación-, por lo que tienen hasta el día 4 de septiembre para justificarlas", tal como detallaron.
Después habrá que elegir la empresa ganadora del concurso, emitir un informe para otorgarle el contrato y darle un plazo de diez días para presentar la solvencia económica, por lo que queda muy lejos la intención de la dirección general de Recursos Hídricos de iniciar la limpieza de los torrentes durante la primera quincena de julio, según preveían. La medida se podrá aplicar el próximo año gracias a que el contrato durará hasta 2018.
De todos modos, entre 2015 y la pasada temporada, ejecutaron la limpieza en Palma de unos 15 kilómetros de cauce, frente a los 3,3 kilómetros que se realizaron la pasada legislatura, entre 2012 y 2014, compararon. Añadieron que, "debido a los obstáculos que ha sufrido el contrato de torrentes, Emaya se ha ofrecido a colaborar en su limpieza". De hecho, desde la empresa municipal señalaron que comenzarán este mes y que el torrente de sa Síquia -en el Pla de Sant Jordi y cuya suciedad fue denunciada por el PP la semana pasada- "fue limpiado en mayo de forma extraordinaria porque el calor provocó una proliferación de algas".
Por otra parte, la conselleria de Medio Ambiente está a punto de sacar a licitación la reparación y mejora del lecho del torrente de na Bàrbara en varios tramos de la ciudad por un importe total de más de un millón de euros y una longitud de 336 metros.
